El amor no entiende de distancias ni de fronteras. La pasión por el RC Deportivo de La Coruña, mucho menos, y, para muestra, un botón.
Mario Fuertes, natural de Zamora, y Asela Fernández, de Zaragoza, contrajeron matrimonio el pasado 9 de octubre en la citada localidad castellana, donde se vivió una inusual fiesta deportivista, club que ejerció de nexo de unión de los jóvenes contrayentes.
Mario no puede ocultar su devoción por la escuadra de Riazor desde su más tierna infancia. “Desde que tengo uso de razón soy aficionado del Deportivo, gracias a mi abuelo; aunque no tenemos nada que ver con Galicia, él me recomendó que fuese seguidor de un equipo del fútbol auténtico y humilde”, expuso.
“Empezamos a ver los partidos juntos y me empezó a motivar muchísimo, no paraba de ver partidos del Depor y a llevar ropa de este equipo, mientras que el resto eran de Madrid o Barcelona”, prosiguió.
“Mi ilusión era ir a A Coruña, a Riazor, me hice socio con 18 años y nunca lo dejé”, agregó.
Hace cuatro años Asela se cruzó en el camino de este impenitente deportivista. “Ella aceptó esta pasión tan poco común”, narra.
“Vino a un partido a Riazor y desde ese momento se enamoró del club y de la ciudad, de su gente, que ya son una familia para nosotros. Le pedí matrimonio en la Torre de Hércules y en la boda hubo muchos motivos deportivistas, con gemelos, tarta y bufandas; fue inolvidable”, confesó.
