A Coruña ha sido históricamente una plaza adversa para los intereses del Real Madrid. Los datos así lo corroboran ya que la estadística de los partidos oficiales del conjunto merengue en la ciudad herculina ante el Real Club Deportivo de La Coruña se salda con bagaje positivo para los intereses blanquiazules. A ello se suma sus estrenos en las tres competiciones más importantes de nuestro país –campeonato de Liga, Copa y Supercopa de España– ya que en todos ellos el Deportivo no da opción al adversario blanco tras conseguir derrotarle a la conclusión del tiempo reglamentario.
Hoy se cumplen ocho décadas del primer enfrentamiento entre ambos clubes en un encuentro perteneciente al torneo de la regularidad. El Deportivo daba sus primeros pasos en la élite estatal tras ascender la temporada anterior después de imponerse en Vallecas al Murcia en la promoción por un resultado de dos a uno.
Refuerzos en el equipo
La entidad presidida por Aurelio Ruenes Blanco, que cumple su primera campaña al frente de la misma al sustituir a José María Salvador y Merino, decide reforzar la plantilla con varios fichajes: los mediocentros Cuqui Bienzobas y Tamargo, el defensa Víctor, el extremo Cuca y el interior Caballero.
A ellos se suma la llegada del entrenador Celso Mariño Ferreira, un afamado atleta-doctor, en sustitución de Hilario Marrero. La labor del pontevedrés al frente de un ‘novato’ en la categoría comienza con dificultades con varios de sus pupilos ya que es el primer técnico deportivista en implantar el sistema de marcaje a los jugadores rivales. Sin embargo, el plantel poco a poco asimila el concepto y ello se traduce al término del campeonato con un cuarto puesto en la tabla al contabilizar veintiocho puntos, a cinco del segundo, que comparten el Real Madrid y el Atlético Aviación (actual Atlético de Madrid), y a doce del Valencia, que acabaría llevándose el título, el primero de su historia.
Visto con perspectiva, a los deportivistas el cambio de categoría no les hace temblar las piernas en sus encuentros y menos cuando ejercen como locales donde solamente ceden dos derrotas en sus trece partidos (en la jornada décimo novena por cero a tres ante el mencionado Valencia y en la vigésimo primera por uno a cuatro contra el Granada).
El duelo ante el Real Madrid estaba programado para la quinta jornada de las veintiséis previstas al tomar parte en el torneo un total de catorce formaciones.
La marcha de Pascual
La semana previa al encuentro está marcada por la marcha del interior derecho Pedro Pascual Ros, que deja el club para ejercer su labor profesional en la Diputación de Barcelona (más tarde volvería a jugar en el equipo del Terrasa).
El concurso del futbolista nacido en Buenos Aires, que había llegado el curso anterior procedente del Barcelona, se limita a dos partidos –ante el Arenas de Guecho y el Real Unión– en los que ha disputado los noventa minutos reglamentarios. Nada más, pese a ello su estancia ha dejado huella entre la afición herculina.
El jueves antes del partido, previsto para las cuatro de la tarde del domingo veintiséis de octubre, Celso Mariño Ferreira programa un amistoso ante el Coruña (equipo que compite en el grupo de la zona norte del Campeonato Regional). En el mismo dispone de dos onces distintos realizando durante su disputa diferentes pruebas.
Ese mismo día se conoce que el conjunto blanco se desplazará a A Coruña con todas sus figuras y de ellas sobresale la presencia de Quincoces, Ipiña, Lecue y Alonso. Al frente de la expedición está el entrenador Joan Armet de Castellví ‘Kinké’, de agradable recuerdo para el deportivismo al ser unos meses antes el técnico encargado de dirigir al Murcia en la indicada eliminatoria que permitió a los blanquiazules subir a la Primera División.
Lleno a pesar del frío
El día del encuentro la ciudad herculina está nublada, sin lluvia, pero algo fría. A pesar de este tiempo desapacible, el graderío está atestado de público para ver en acción al Deportivo ante el Real Madrid.
La afición blanquiazul se muestra confiada en poder celebrar la tercera victoria como local en este arranque de la competición, ya que con anterioridad el Castellón (primera jornada por dos a uno) y el Español –actual Espanyol– (tercera jornada por dos a cero) se fueron de vacío de A Coruña.
La alineación del Real Madrid es la esperada y ‘Kinké’ sitúa sobre el rectángulo de juego a Pacheco; Olivares, Quincoces; Tellado, Lecue, Ipiña; Alsúa, Alonso, Arbiza, Barinaga y Botella. En el Deportivo, Celso Mariño Ferreira dispone que el once local lo formen los siguientes jugadores: Acuña; Montserrat, Víctor; Muntané, Cuqui Bienzobas, Reboredo; Cuca, Caballero; Elícegui, Chacho y Verdín. Cinco de ellos –Acuña, Muntané, Reboredo, Elícegui y Chacho– protagonizaron el histórico encuentro en Vallecas ante el Murcia.
El encargado de impartir justicia es el árbitro catalán Agustín Cruella, que hace su debut en terreno deportivista realizando una actuación que pasa desapercibida.
Un inicio sin dominador
El primer tiempo del encuentro no cuenta con un claro dominador lo que hace que se sucedan las ocasiones en las dos porterías. De este modo, Acuña y el manchego Pacheco deben emplearse a fondo para evitar que su portería sea batida.
En este período inicial, en el que Víctor tiene que dejar en inferioridad unos minutos al Deportivo tras una torcedura de tobillo, los más destacados son el extremo izquierdo Verdín, que con su velocidad y disparos a puerta no deja de incomodar a la retaguardia blanca, Cuca, con varios lanzamientos potentes, Elícegui y Cuqui Bienzobas, éste último con un tiro lejano que se va a centímetros del larguero. Alonso tiene la más clara visitante en un tiro que repele la madera.
El tiempo complementario comienza con un Elícegui muy activo ofensivamente, pero sin mucho acierto en sus remates al marco rival. La insistencia local tiene su merecida recompensa y en el sesenta y cuatro –pese a que algunas fuentes señalan que fue en el diecinueve del primer tiempo (diecinueve de la segunda parte, por ello el equívoco)– Verdín bota un golpe franco desde su banda. El envío es muy cerrado y Chacho, sin apenas moverse y sin oposición de la defensa merengue, consigue conectar un gran cabezazo logrando que el balón se cuele por el ángulo superior izquierdo de la meta defendida por Pacheco.
Fiesta por todo lo alto
La afición lo celebra por todo lo alto, siendo los abrazos y las aclamaciones las constantes antes de que una gran pañolada cubra todo el graderío del recinto deportivo.
Tras el gol, el Real Madrid adelanta líneas y coge el mando del partido, lo que provoca que el Deportivo decida esperar y jugar a la contra. Acuña detiene un cabezazo de Alonso, pero los locales cuentan con varias más para sentenciar siendo la más clara una de Chacho que toca en el larguero antes de irse fuera del campo.
Los minutos pasan lentamente debido al asedio visitante, que provoca ansiedad entre las filas de la formación blanquiazul. Pero al final, el partido llega a su término con victoria herculina por el mencionado marcador de un gol a cero.
