Miguel Figueira no seguirá siendo el entrenador del Atlético Arteixo. El técnico de Vimianzo pone fin a su segunda etapa en el club rojiblanco después de una temporada complicada en todos los aspectos, tanto en el plano deportivo como en el personal, que le ha empujado a dar un paso a un lado. Miguel analiza las dificultades atravesadas por su equipo, la desilusión por no poder luchar por el ascenso, las peculiaridades de una campaña atípica y sus posibles retos en el futuro.
El año fue muy duro a nivel personal, necesito un cambio y dejarlo atrás para pasar página.
¿Hace mucho que tienes tomada la decisión?
No, siempre hago balance cuando acaba la temporada y doy prioridad al club en el que estoy. En este caso fue una semana antes de acabar la liga.
¿La puerta está abierta a un posible regreso en el futuro?
Por mi parte siempre estaré agradecido a los clubes que me dan de comer y en este caso, igual que en Carballo, me une además una buena amistad fuera de lo deportivo.
¿Qué balance haces del curso?
Hemos sido un equipo muy irregular, con momentos de fútbol muy buenos y con grandes lagunas. Lo que sí fue tónica general fue el desacierto en las áreas, sobre todo en la primera vuelta.
Hemos sido un equipo irregular, con momentos muy buenos y con grandes lagunas
¿Ha sido la campaña más dura de tu carrera como técnico?
Posiblemente. Cinco meses de pretemporada, no creo que se vuelvan a repetir. En lo deportivo y personal fueron batallas muy dolorosas.
A pesar de las dificultades, ¿qué has aprendido en esta campaña?
He tenido a mi lado grandes ayudantes y me han dado calma y apoyo. El mayor aprendizaje ha sido lo que me han aportado ellos sobre todo emocionalmente y que en competiciones cortas es más importante no cometer errores que preparar un partido correctamente.
¿Por qué el Arteixo no luchó por alcanzar el playoff de ascenso hasta el final?
El inicio fue malo. Cometimos errores aunque hacíamos buenos partidos, pero eso era secundario.
¿Pesó demasiado tener uno de los papeles de favorito?
En el primer partido de liga contra el Laracha (0-0), sin duda. En el resto de competición los rivales se adaptaron mejor al formato. La ausencia de los tres delanteros por lesiones también fue clave en nuestra falta de acierto cara a gol.
¿Te arrepientes de alguna decisión de esta temporada?
Las decisiones se toman en base a la información y datos que se disponen en esos momentos. No es que me arrepienta, pero creo que sí cambiaríamos cosas tanto a nivel de club como de equipo. Pero todo viene dado por lo reducido del formato, en una competición más larga sería diferente.
Me planteo cualquier escenario, quiero saber si hay quien apuesta o no por mí
¿Consideras que en una competición tan corta partíais con cierta desventaja al empezar con entrenador nuevo y una plantilla muchos fichajes?
El formato igualaba las fuerzas de todos. En noviembre-diciembre llevábamos casi 4 meses entrenando, en enero nos confinaron y en Arteixo las restricciones fueron muy grandes, como era lógico en ese momento. En el mes de febrero no éramos los mismos que en diciembre. Desventaja no, pero perdimos todo lo hecho anteriormente.
¿El Arteixo debe mantener el bloque la próxima campaña?
Hay una base importante y con jugadores adecuados, pero debe haber cambios, el primero el del entrenador.
¿Qué te deparará el futuro? ¿Entrenarás en la 2021/22?
Mi futuro va a depender de lo que los equipos hagan con las nuevas categorías. Mi decisión de ir a Arteixo respondía a una situación personal y porque me atraía lo que Josito (Fuentes) me había propuesto. Nunca he estado en el mercado, por decirlo de alguna manera. Este año tuve una opción de entrenar en Segunda B pero decidí estar en casa. Ahora sí que me planteo cualquier escenario. Antes de la pandemia tuve opción de ir a China y no se pudo. Ahora quiero saber si hay quien apuesta o no por Miguel Figueira. Si entrenaré o no depende más de los equipos que de los entrenadores. Tengo las ilusiones intactas para seguir creciendo.