Un desastroso primer cuarto, en el que sólo fue capaz de anotar siete puntos, lastró al Joventut en su visita a la pista del Obradoiro, pese a que su acierto desde el perímetro le permitió asustar a su rival entre el final del tercer cuarto y el inicio del último (61-57).
Fue a partir de verse 17 abajo (25-8) cuando los discípulos del gallego Diego Ocampo despertaron. Subieron su nivel defensivo y mejoraron su porcentaje de acierto, con Gielo y López-Arostegui acompañando a Jordan.
Es lo bueno de tener una plantilla joven como la del Joventut. A los chicos no les tiembla el pulso para intentar varios triples pese a fallar antes. En un visto y no visto, el Obradoiro vio como su rival estaba pisándole los talones (32-26). Moncho Fernández, pidió tiempo muerto. Y su equipo, con un parcial 5-0, solucionó sus problemas. Pero los de Badalona volvieron a meterle el miedo en el cuerpo (61-57).
Una desventaja que incluso pudo ser inferior si López-Arostegui hubiese anotado un triple completamente solo en la esquina izquierda.
Perdonó el Joventut y su ex Albert Sábat lo castigó en la acción siguiente para oxigenar a los santiagueses (65-57, min.34). Un nuevo triple de López-Arostegui mantuvo vivo el sueño verdinegro (67-62), que se esfumó por su insistencia en lanzar solo desde la larga distancia.