Nîmes fue durante siglos la puerta de entrada de Roma hacia Hispania. Lo recuerda su patrimonio: la Arena, anfiteatro convertido en plaza de toros sobre el que se articula la ciudad, la Maison Carrée, templo dórico de aspecto majestuoso, y el puente del Gard, acueducto de tres alturas y entre los mejor conservados del mundo.
Por su localización, a medio camino entre los Pirineos y los Alpes y enclavada en el valle del Ródano, se convirtió en una importante colonia en tiempos de Julio César o Agripa. El Tour no desdeña su historia ni la privilegiada ubicación y le rinde visita siempre que puede. En Nîmes se vivió una de esas jornadas mal llamadas de transición: calor asfixiante, ritmo alto del pelotón en persecución de una fuga condenada desde el inicio, tensión, caídas y un final rápido, rapidísimo.
La victoria fue para Ewan, el emperador del sprint. El australiano rompió el empate entre velocistas. Ya habían ganado Teunissen, Viviani, Sagan, Groenewegen, Van Aert y el propio Ewan en Toulouse, donde la Ciudad del Espacio, después del primer descanso. Y descansar le sienta bien a Pocket Rocket (cohete de bolsillo), que repitió triunfo con una llegada meteórica.
No fue el que entró mejor posicionado en la recta final. En eso no tienen rival los lobos del Deceuninck, Morkov y Richeze, que dejaron a Viviani en una situación inmejorable. A su izquierda apareció Ewan, que se lanzó de cara al aire con una remontada imperial y acabó casi una bicicleta por delante.
Segundo fue el italiano y tercero el neerlandés Groenewegen. Ave, Caesar, morituri te salutant (Ave, César, los que van a morir te saludan), debieron pensar. Su última oportunidad será en los Campos Elíseos. Eso si llegan, porque de jueves a sábado esperan los Alpes, demasiado altos y empinados para los gladiadores de la bicicleta. No llegará Fuglsang, que abandonó tras sufrir una caída. El Tour no perdona.
En los Alpes quiere ser protagonista el equipo Movistar, que trató de zanjar la polémica entre Landa y Quintana difundiendo unas imágenes un tanto ridículas. “Hay buena convivencia, (el vídeo) se ha hecho de cara al exterior para calmar las críticas, espero que haya servido de algo”, expresó el escalador vasco, líder único en palabras de Unzué.
El mánager del conjunto español desveló en el programa El Larguero que Nairo no seguirá el año que viene (y tampoco Carapaz, ganador del Giro), pero que desea la continuidad de Landa y el fichaje de Mas. Entre tanto, intentarán poner la carrera patas arriba. Vaya lío.