El Mónaco fue capaz de ganar 2 - 3 a domicilio en el Iduna Park y se acerca a las semifinales con un Mbappé estelar que ha marcado las diferencias en el encuentro.
Mbappé, algo apagado en sus posteriores apariciones tras su exhibición ante el City, volvió a dar un golpe encima de la mesa con un instante por el que muchos pagarán millones. Aunque abrió el marcador con un rebote, su tercer tanto, que cerró el marcador tras una cabalgada con un golpeo impresionante, fue para enmarcar.
Pero él sólo no es el Mónaco. El conjunto de Leonardo Jardim definitivamente se ha convertido en una realidad. La hazaña del Manchester City en octavos no fue un espejismo. El Mónaco es un conjunto que irradia juventud y desparpajo y que no se amedrenta ante nadie. Y, el Dortmund, otro equipo eléctrico, fue su siguiente víctima.
Jardim alineó arriba a Radamel Falcao y a Mbappé, de quien se esperaba mucho después de explotar mediáticamente tras eliminar al equipo de Guardiola. En los siguientes partidos de la liga francesa y de clasificación para el Mundial, no brilló. Y, con la aparición de Dybala el día anterior, necesitaba otro buen partido para erigirse de nuevo como protagonista de la jornada.
El guión previo del choque predecía un duelo muy igualado, como así fue durante los primeros diez minutos. Con el recuerdo a Marc Bartra antes del pitido inicial y sin el ruido de los explosivos que aplazaron el inicio de la contienda 24 horas después de su día oficial, ambos equipos dieron los primeros pasos tanteándose y sin crear inquietud en la grada.
Sin embargo, el Mónaco, poco a poco, fue haciéndose con las riendas del choque, empezó a acumular balón en el campo del Dortmund y, cuando los hombres de Thomas Tuchel intentaban sacudirse ese dominio, los jugadores del conjunto del principado tocaban a rebato con mucha electricidad.
Aunque Aubameyang tuvo el primer gol en sus botas con un disparo por encima del larguero, el primero en avisar de verdad fue Fabinho, que falló un penalti en el minuto 17 tras una falta cometida por Sokratis sobre Mbappé cuando enfilaba la portería de Roman Bürki.
Fabinho mandó la pelota fuera, pero un par de minutos después, en el 19, Mbappé abrió el marcador casi de casualidad. Bernardo Silva asistió con categoría a Thomas Lemar, que centró desde la banda izquierda al corazón del área, y Mbappé, en fuera de juego, abrió el marcador tras golpear la pelota en su muslo y entrar dentro de la portería del Dortmund.
El cuadro alemán, absolutamente grogui, no supo reaccionar. Apenas lo intentó con un remate errático de Kagawa, pero el Mónaco siguió a lo suyo y, en una jugada desgraciada, Sven Bender se metió un gol en propia meta para colocar un peligroso 0-2 en el marcador para el Dortmund.
Después de una tregua de quince minutos, el descanso trajo nuevas ideas para los germanos. El Mónaco a veces acusa su esfuerzo en los primeros 45 minutos y, como en Manchester ante el City, bajó los brazos obligado por el bajón físico. Y, el Dortmund, se vino arriba.
Entonces, el equipo que tocó a rebato fue el Dortmund, que en la reanudación salió enchufado con la salida de Nuri Sahin y de Chistian Pulisic. Bender y Schmelzer se quedaron en el banquillo y el tablero de juego cambió: el Dortmund, con Dembélé irreconocible tras una primera parte inédito, comenzó a carburar.
El mismo Dembélé fue quien se encargó de reducir distancias en una jugada que inició Aubameyang con un toque de tacón hacia el interior del área que acabó en las botas de Kagawa. El japonés cedió la pelota a Dembélé, y, a placer, puso emoción a la eliminatoria con el 1-2.
Quedaba algo más de media hora para el final del duelo. El Mónaco, con un resultado que le ponía con pie y medio en semifinales, aguantó como pudo el inerte chaparrón alemán. El Dortmund poco a poco fue quedándose sin ideas y cedió contragolpes que fueron definitivos.
Primero avisó con Falcao, que después de regatear a Bürki, mandó la pelota al cielo cuando tenía la pelota para él. Y, después, esta vez sí, con categoría y sin un "muslazo", Mbappé hizo el tercero tras aprovechar un error de Lukasz Piszcz en una mala cesión a Sokratis. El balón acabó en las botas de Mbappé, que cabalgó solo hasta la portería del Dortmund para poner la pelota en la escuadra de Bürki.
Su golpeo con fuerza, colocación y delicadeza, acabó con el Dortmund. Mbappé apareció de nuevo en Europa para subir su cotización. Respondió a Dybala con dos goles y los dos acaparan todos los focos del continente. Probablemente vivirán un verano movido, pero mientras el francés aún celebraba su tanto, apareció Kagawa para recortar distancias. El Mónaco marca y recibe goles. Es sinónimo de espectáculo.