De la mano de un Drazic estelar el Celta B se apuntó su primera victoria de curso ante un Pontevedra que acusó el tempranero tanto del serbio, un golazo en toda regla. Tras el descanso el equipo de Luisito buscó la reacción y generó su mejor fútbol, pero cuando rozaba el empate Brais Méndez apuntilló a los granate culminando una contra celtiña. Añón anotó el gol del honor pontevedrés sobre el pitido final.
El jarro de agua fría que supuso el gol conseguido por Drazic en el primer minuto de juego condicionó el devenir del choque. A partir de ahí el Pontevedra creció, pero no lo suficiente para neutralizar la ventaja celeste. El equipo de Rubén Albés, que se estrenaba en el banquillo del Celta B, pudo aumentar su renta antes del descanso en una falta directa que no encontró puerta de milagro.
Viendo que su equipo no terminaba de carburar Luisito movió su banquillo en el asueto e introdujo en el campo a Prosi y David Añón por Bruno y Carlos Ramos. Las permutas surtieron efecto y a partir de ese momento el Pontevedra pasó a llevar la iniciativa en el juego, aunque las mejores ocasiones continuaron siendo celestes. Juan Hernández y Brais tuvieron en sus botas el 2-0, pero no encontraron la red. Sí lo haría el propio Brais a falta de diez minutos para el final cuando culminaba una contra con un gran zurdazo ante Edu.
David Añón puso algo de incertidumbre al encuentro con su tanto en el minuto 88, pero al final la remontada quedó en agua de borrajas.
El Pontevedra trató de aproximarse y generar peligro en el área de Sotres mediante balones directos, pero la defensa celeste, pese a su juventud, supo solventar con seriedad las acometidas granantes. Los de Luisito se fueron de vacío de Barreiro y el Celta B sumó tres puntos.