La levantadora Lidia Valentín, bronce en los Juegos Olímpicos de Río 2016, ve cada vez más cerca las medallas de oro de Londres 2012 y plata de Pekín 2008 que le corresponden por dopaje de sus rivales y alerta contra una "halterofilia oscura" de quienes hacen trampas, que combate con su ejemplo.
En una entrevista con EFE antes de dirigir una clase de halterofilia en Madrid para unas 150 personas, Valentín confiesa que este proceso para conseguir las preseas, que serán medallas nuevas, ha resultado largo y tedioso para ella, pero confía en recibir el reconocimiento, con podio e himno, antes de que concluya el año.
De esta manera, la halterófila de Camponaraya (León) recibirá el oro de Londres 2012 por los dopajes de la kazaja Svetlana Podobedova, la rusa Natalya Zabolotnaya y la bielorrusa Iryna Kulesha, y la plata de Pekín 2008 por los positivos de la china Leia Cao, la rusa Nadezhda Evstyukhina y la bielorrusa Iryna Kulesha.
Valentín, campeona de Europa por tercera vez el pasado mes de febrero en Split (Croacia), afrontará a partir del 28 de noviembre los Campeonatos del Mundo en California (Estados Unidos) en los que va "a por todas". Sus miras a largo plazo están situadas en Tokio 2020 y asegura que más allá de ese ciclo hay relevo generacional.
- Pregunta: Cómo está costando que se resuelva el proceso de sus medallas.
- Respuesta: Sí, está costando porque han sido muchos deportistas, muchas sanciones, muchos países. Hace unos meses estaba un poco enfadada porque ya casi se había cumplido un año y en todo ese tiempo no se había podido gestionar todo esto.
Me piden paciencia, me dicen que lo están gestionando lo más rápido que pueden, que hay problemas internos porque quieren crear unas nuevas medallas, no darnos las que dieron a los otros deportistas, porque entre otras cosas no las quieren soltar.
Para mí es mejor, me gustaría más que fuera una medalla totalmente nueva, que la pueda disfrutar, que no sea una medalla manoseada ni tocada por una persona que para mí, desde mi punto de vista, no es un deportista.
- P: ¿Cómo sería la entrega de estas nuevas medallas?
- R: Me ha comentado Alejandro Blanco (presidente del Comité Olímpico Español) que tendré un acto oficial, con un podio y con himno. Simulando lo más que se pueda a ese podio que me robaron. Yo estaré feliz ese día, no será lo mismo obviamente, pero al final tendré mi medalla.
- P: Y cerrará una etapa.
- R: Cerraré, que ya tengo ganas de cerrar esa etapa, que me entreguen las dos medallas olímpicas y seguir con mis nuevos proyectos, el Campeonato del Mundo y el nuevo ciclo olímpico hasta Tokio 2020.
- P: ¿Qué objetivo tiene para ese Mundial después de ganar el Europeo?
- R: Son las citas más importantes del año, el Europeo de abril en el que quedé campeona de Europa y el Campeonato del Mundo. Como siempre he dicho, voy a ir con todo, estoy haciendo una preparación muy buena.
En el deporte uno más uno no son dos, pero sé que me voy a vaciar en esa tarima, voy a dar el máximo y luego las posiciones vienen solas. Lo que hagan las rivales no puedo manejarlo. Como siempre he hecho, me centro en mi competición, en mis movimientos y después, está claro que cuanto mejor lo haces, las posiciones vienen solas.
- P: ¿Quiénes son las rivales a tener en cuenta?
- R: Realmente no lo sé, porque como están casi todas sancionadas... No sé lo que me voy a encontrar.
- P: Se lo toma con ironía, pero es un drama.
- R: Es un drama. Por ejemplo, China creo que no va a competir, a Rusia lo sancionaron en los Juegos... Es penoso.
- P: Lidia Valentín es la cara de la halterofilia en España. ¿Cómo se anima a la gente a practicar la halterofilia cuando ves que ocurren tantos casos de dopaje a este nivel? ¿Cómo se puede promover este deporte ante esta situación?
- R: Yo considero que hay dos tipos de halterofilia. Está la halterofilia normal, que es la que se practica en España y en muchos países, y la halterofilia oscura, los que piensan que todo vale. Y no todo vale.
Ahora mismo en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid donde yo entreno tenemos más chicas que chicos practicando halterofilia. Es un deporte que no va a medias: si te gusta, te enamora y lo practicas.
Yo me siento un referente porque han empezado más niñas a practicarlo y saben que cualquier deportista con mucho trabajo puede conseguir una medalla olímpica, una medalla europea y una medalla mundial de forma natural. Eso para mí es lo más importante.
- P: ¿Cree que se está poniendo el foco internacionalmente en acabar con esa halterofilia oscura?
- R: (Breve silencio) No lo sé.
- P: ¿Hay relevo generacional para Lidia Valentín cuando termine el ciclo de Tokio 2020?
- R: Sí, hay un equipo joven, ha sido el mejor equipo de la historia de la halterofilia española, a Río de Janeiro 2016 fuimos cuatro personas (Andrés Mata, Josué Brachi, David Sánchez y la propia Lidia Valentín), lo cual no había pasado nunca antes, que España clasificara a cuatro deportistas. Sí que hay un relevo, para mí es muy bueno y creo que es importante.
- P: El lema de la campaña publicitaria de la marca Bridgestone con la que usted colabora dice 'Persigue tu sueño', ¿cuál es el sueño de Lidia Valentín?
- R: Mi sueño ahora mismo es centrarme en el nuevo ciclo olímpico, estar compitiendo en Tokio 2020 y luchando por las medallas.