Juan Postigo, el primer golfista español con discapacidad y sin prótesis que logra entrar en el circuito profesional, impartió una charla-coloquio en la Fundación María José Jove sobre ‘Superación, Deporte y Felicidad’, donde expresó el deseo que \“mi experiencia contribuya a normalizar la discapacidad\”.

A sus 21 años, Postigo lo había ganado casi todo en el golf adaptado y era uno de los dominadores del circuito mundial aficionado. Pero quiso ir más allá y dio el salto al profesionalismo. Su debut será el próximo mes en Chile.

El deportista explicó que \“me gustaría que mi experiencia contribuya a normalizar la discapacidad, pero no solo en el deporte, sino en todas las situaciones de la vida\”. Acompañado de Felipa Jove, presidenta de la Fundación María José Jove y por Álvaro Beamonte, profesional PGA y comentarista del PGA Tour en Movistar +Golf, subrayó que \“no ha sido un camino fácil y si he llegado hasta aquí, es por la educación de base que me ha dado mi familia\”.

Juan aprendió desde niño a hacer frente a las dificultades derivadas de su discapacidad. Nació con una malformación congénita en la pierna derecha, mucho más corta y con el pie pegado al muñón. Comenzó en el golf a los 9 años de la mano de su abuelo. Operado hasta 7 veces para alargar su pierna, empezó a competir en 2008 con hándicap 36 y dos años después lo había bajado a nueve.

Revés y superación
Entonces, le convencieron para someterse a una operación que debía ayudarle, pero salió mal. El nervio quedó dañado de forma irreversible haciendo imposible acoplar prótesis alguna. Después de pasar una difícil etapa por los intensos y continuos dolores, consiguió salir del pozo con mucho esfuerzo, aprendiendo a convertir su problema, crónico, en una virtud que le hizo superarse personal y deportivamente hasta conseguir este hito al alcande muy pocos golfistas en todo el planeta.

Sueños realistas
Ahora, a unas semanas de debutar en el circuito profesional declara que \“tengo sueños, pero realistas. Deseo seguir por el camino por el que voy. Por supuesto que me gustaría jugar en algún torneo de los grandes, pero empezamos desde abajo. Aunque si llega alguna invitación, no la dejaré escapar\”.

Con su equipo de tres personas de siempre, con seis días de entrenamiento, tres con doble sesión. Juan Postigo sabe que este nuevo camino no será fácil, pero para él nunca lo ha sido.