El argentino Diego Schwartzman aseguró este sábado que su triunfo en segunda ronda del Masters 1.000 de Miami ante el español David Ferrer, jugador al que admira, es una victoria de "renombre".
"Más allá de que él (Ferrer) quizás no está en el mismo nivel que en sus mejores momentos, es una gran victoria, de renombre, y hay que agarrar confianza de este partido", dijo tras el encuentro, que ganó por 6-2 y 6-3.
Destacó la "felicidad muy grande" que supone haber ganado "de esa forma" en su primer enfrentamiento contra el español, y añadió que éste cometió errores que le dieron "algo de aire en unos juegos en los que estaba algo nervioso o no tan fino".
"Ferrer levantó un poco el nivel al final del partido y me asusté un poquito, pero cometió dos errores no forzados rápido y yo pude jugar dos buenos puntos y el partido cayó de mi lado", indicó.
A pesar de todo, aseguró, tuvo que estar muy concentrado, pues era sabedor de que ante Ferrer debía pasar "más de 10 bolas por punto".
Ante un jugador que admira, explicó, hay que intentar no "pasarse de respeto dentro de la cancha" para que el rival no aproveche esa circunstancia.
"Fue un honor jugar contra él y ganarle tiene un plus", dijo.
En caso de que su adversario en tercera ronda fuera el belga David Goffin, dijo es un "rival muy duro", con un juego sólido desde el fondo.
Anticipó que deberá estar muy firme desde el saque, pues el belga tiene una "gran devolución", y no cometer errores fáciles, porque puede estar ahí la diferencia y el haberle ganado en su último partido, en Amberes (Bélgica) a finales de año por 7-5 2-6 y 7-5, le da confianza para poder repetirlo.
Además mostró su alegría por el hecho de que sus "amigos" y compatriotas Federico Delbonis y Guido Pella también se clasificaron para la tercera ronda.
Schwartzman destaca su triunfo de "renombre" ante Ferrer
