El Deportivo no encajaba tres goles en el derbi gallego ante Celta de Vigo en el estadio de Riazor en la máxima categoría del fútbol español desde 1956, hace 61 años.
Con el acierto de Daniel Wass y de Iago Aspas en el primer periodo y otro tanto del delantero pontevedrés, de falta directa, en el arranque del segundo tiempo, el conjunto olívico se llevó los tres puntos del estadio coruñés, donde el Deportivo solo pudo marcar el gol del honor para maquillar el resultado (3-1). Un resultado que deja a la escuadra blanquiazul en una delicada situación, puesto que ahora mismo ocupa uno de los tres puestos de descenso.
Campo a medida
El conjunto celeste se ha impuesto en cinco de los siete últimos derbis gallegos en el campo del equipo coruñés y el del pasado sábado fue el primero de esa serie en el que los vigueses lograron el triunfo a pesar de no conseguir dejar la portería a cero.
Además, llevaba más de sesenta años sin ver puerta tres veces en el estadio del eterno rival en Primera División, concretamente desde el 11 de noviembre de 1956.
Entonces, se impuso 0-3 con el argentino Alejandro Scopelli como entrenador (había dirigido con anterioridad al Deportivo) y los goles de Mauro Rodríguez, Jesús Ares y Carlos Torres.
El Celta sí había celebrado tres goles en Riazor más recientemente, en 1985 en la Copa del Rey, aunque con derrota (5-3), y en la categoría de plata un año antes, cuando se impuso por el mismo resultado de esta temporada (1-3) con goles de Pichi Lucas, Antonio Camilo Casal y Andrés Fernández, este de penalti.
Empate roto
Con la victoria en el último partido de 2017, el Celta, que ha logrado su tercera victoria consecutiva en el derbi gallego, ha desequilibrado el balance global en Primera División en los encuentros con el Deportivo: 26 triunfos del conjunto vigués, 25 del Deportivo y 18 empates. Números que sonríen a la escuadra olívica en estos momentos.