Era un partido en el que el Deportivo no tenía excusas, ante el último y con un equipo en el que solo había un portero y dos futbolistas juveniles.
Los herculinos tenían todo para ganar, sabiendo además los resultados de los rivales en la lucha por meterse en la Liga Pro. El primer centro-chut de Salva lo firmó Salva Ruiz en el minuto 12 pero los coruñeses sufrían en los balones divididos, donde casi siempre pierde esta temporada.
Los asturianos le perdieron el respeto al cuadro herculino, ejerciendo una presión más alta y generando una ocasión clara por medio de Enol.
1 Faltó ambición por lo que estaba en juego
El Deportivo no apretó todo lo que debería ni arriesgó para hacerse acreedor a los tres puntos.
2 El juego fue muy discontinuo
Los deportivistas amasaron la posesión de balón pero no generaron peligro.
3 Carencia total de remate a gol
Los herculinos continúan adoleciendo de pegada en los metros finales. Sin veneno.
4 Pérdida de balones divididos
Al igual que en el resto de la temporada el Depor no se adueñó de las segundas jugadas.
El Depor estuvo plano, sin ideas ni verticalidad, dando tiempo de organizarse al equipo rival en todo momento. Muy pobre bagaje para un aspirante a estar el próximo año en la Primera RFEF.
En el segundo acto saltaron Héctor y Raí pero poco o nada cambió, con mucha gente arriba pero sin ideas ni efectividad.
En el minuto 60 el Deportivo dio 14 pases sin pasar del centro del campo, un síntoma de las dificultades para crear peligro.
Villares de cabeza pudo desnivelar la balanza pero el meta local Chechu desbarató esta buena oportunidad.
El Deportivo solo pudo firmar un punto, tuvo la posesión pero no finalizó. Lo que está haciendo ahora mismo es que aprieta pero no ahoga. Nos lo jugaremos todo a la última carta. A seguir sufriendo.