Sergio García: “Quedan diez partidos de mucho nivel, hay que estar preparados para sufrir”
lll
17º-23º

Sergio García: “Quedan diez partidos de mucho nivel, hay que estar preparados para sufrir”

Sergio García: “Quedan diez partidos de mucho nivel, hay que estar preparados para sufrir”
El técnico del Básquet Coruña, durante un partido en Riazor | Quintana

Usuario

El Básquet Coruña inicia el sábado contra el Palma (19 horas, Palacio de los Deportes de Riazor) la segunda fase de la LEB Oro, la que definirá los ocho equipos que lucharán por el ascenso a la Liga ACB, el sueño del club y su afición. El técnico Sergio García Martín (23 de febrero de 1982, San Sebastián) sólo piensa en el corto plazo y cree que su equipo tiene margen de mejora pese a las lesiones.


Empieza la segunda fase, ¿es para ti un nuevo comienzo?

Es un cambio muy grande. Estamos en marzo y vamos a jugar contra cinco equipos a los que no conocemos. Y para nosotros, por donde estamos geográficamente, implica viajes largos y seguidos en un espacio corto de tiempo, pero es algo diferente y atractivo. Vamos a jugar contra los cinco mejores equipos del otro grupo. Es un aliciente más para conseguir nuestro objetivo: el ‘playoff’ de ascenso.


¿Dónde crees que está el sitio del Básquet Coruña en el grupo de ascenso?

Por ahora nos ha ido bien centrarnos en el corto plazo. Todavía quedan diez partidos de mucho nivel, está todo muy igualado y las diferencias son prácticamente insignificantes. Hay que estar preparados para sufrir. Ninguna posición garantiza nada y el formato del ‘playoff’ (al mejor de tres partidos) hace que el factor cancha sea menos importante.


¿Cuál es tu favorito?

Creo que Breogán es el rival a batir por la trayectoria reciente de club, el plantillón que ha formado y algo que es muy importante, no les ha pasado nada. Han tenido esa estabilidad y hasta siete jugadores y el entrenador ya tienen la experiencia de ascender.


Intentamos dominar los partidos desde la defensa


¿Te gusta la fama de equipo defensivo?

Nos hemos ido moviendo en números de las dos mejores defensas de la competición junto al Breogán. Por la estructura de equipo y las características de nuestros jugadores intentamos dominar los partidos desde la defensa. Cuando hemos tenido éxito es cuando hemos llevado los partidos a nuestro ritmo.


¿Esa intensidad defensiva resta fluidez en ataque?

Defensivamente el equipo ofrece un espectáculo grande, al menos para mí manera de entender el baloncesto. Y creo que hemos hecho partidos muy completos y serios también en ataque. Le doy mucho valor a que nuestros jugadores hayan sido capaces de ganar en pistas como Lugo, Valladolid o Palencia contra equipos de gran potencial. Ha habido un poco de todo.


¿Cómo es montar un equipo prácticamente de cero?

Es algo habitual en nuestra liga. Los jugadores que destacan no renuevan porque pueden acceder a otro mercado y cada temporada suele haber bastantes cambios. Lo que no habíamos previsto es se produjesen durante la temporada. No ha sido nada sencillo ir modificando los básicos del equipo sobre la marcha.


Cambios forzados por las lesiones de Barro, Thiam y Pecius, ¿cómo os han afectado?

Cada vez que pasa es un palo, primero a nivel humano porque nosotros vemos el sufrimiento del chaval, que pierde un año de su trabajo. A nivel profesional es volver a entrar en el mercado. Una cosa es en verano, con más opciones, pero en estas fechas son más escasas. Tengo la cabeza en muchos sitios: competir mientras buscamos jugadores y adaptamos a los nuevos ha sido un jaleo.



Me hago a la idea de competir con once jugadores


Corría el segundo cuarto del Básquet Coruña-Cáceres (28 de febrero) cuando Augustas Pecikevicius se cayó sobre el parqué del Palacio de los Deportes de Riazor y se llevó las manos a su tobillo izquierdo con claras muestras de dolor. Los árbitros pararon el partido y el lituano se retiró del partido auxiliado por sus compañeros. Un día después se confirmó que sufre una rotura en su tendón de Aquiles, una de las peores lesiones para un deportista. La temporada ha terminado para él.


¿La lesión de Pecius rebaja vuestras expectativas en la lucha por el ascenso?

Entiendo que a nuestro alrededor cada uno puede tener las expectativas que quiera, incluso de ascender. Pero en nuestro equipo sólo dos jugadores lo han conseguido antes en su carrera y sólo Javi Vega lo hizo con un papel relevante. Nosotros sólo pensamos en ser un equipo muy competitivo y creo que lo estamos consiguiendo con humildad y trabajo ¿Es más difícil sin Augustas? Por supuesto.


El día que se lesionó lo calificaste como el jugador más importante de la plantilla.

Lo clasifiqué como el más importante porque es el más representativo de nuestro baloncesto: un jugador de garra y empuje, que domina en esta competición desde la defensa y que tiene mucho orden y criterio en ataque. Su personalidad, trabajo y energía en el día a día son muy importantes para el grupo. Lo echamos mucho de menos.


Augustas Pecikevicius, en un partido contra el Palencia


El lituano Pecikevicius, en un partido contra el Valencia | Quintana


¿Hay alguna posibilidad de encontrar un recambio en el mercado de fichajes ?

En ese sentido se juntan dos cosas: el mercado, que es muy escaso, y las restricciones en cuanto a la normativa, porque tiene que ser un jugador que esté actualmente en España o que esté en paro y su último equipo haya sido en España. Estamos atentos, pero es prácticamente imposible y yo me hago a la idea de competir hasta el final de la temporada con once jugadores.


Monahagan es tu primera opción, ¿cómo ha cambiado el chip?

Traje a Zach de vuelta a Coruña con la idea de que jugase de escolta y creo que estaba rayando un nivel altísimo en esa posición, que es la suya natural. Él ha demostrado muy buen actitud y trabajo para ayudar al equipo como base.


Maiza es ahora el único base puro de la plantilla, ¿debería asumir más minutos?

Es un jugador perfectamente preparado para jugar más minutos y en los últimos partidos lo está haciendo cada vez mejor. Es un chico joven que está creciendo. Ni Gaizka ni Zach tienen que reemplazar a Augustas. Son jugadores con su propia personalidad, características y potencial y nosotros tenemos que ayudarles a que lo desarrollen.


Lottana puede jugar lejos del aro y es buen pasador


El último en llegar ha sido Lottana Nwogbo.

Nos ofrece características distintas a las de McGhee en el puesto de ‘5’. No tiene ese dominio de Gary por la presencia, pero puede jugar más lejos del aro y es buen pasador. Es un chico inteligente que entiende el juego y se está adaptando muy rápido. Hay que tener paciencia para que se ponga al nivel de los compañeros físicamente. Lleva desde marzo del año pasado parado y tiene una dificultad muy grande para adquirir esa forma.


¿Esperabas más de Javi Vega?

Ha sido importante en muchos partidos, pero en otros igual lo ha sido menos porque desde el cuerpo técnico apostamos por jugadores con otras características. Es una temporada difícil para él porque llevaba dos o tres años en ACB con un papel secundario. Y aunque ya ha tenido un rol importante en esta liga, no es tan fácil volver a alcanzarlo. En líneas generales creo que lo está haciendo bien, estoy contento con él y creo que va a mejor.


¿Crees que tu equipo tiene margen de mejora?


Creo que sí, que vamos a ir mejorando. Con las que cosas que nos han ido lastrando ha habido que dar pasos atrás, pero creo que con estos diez partidos de tanto nivel vamos a llegar a la parte final en nuestro mejor momento. Es parte también de nuestra mentalidad como club: esfuerzo, trabajo y mejora constante.


Sergio García, técnico del Básquet Coruña, se dirige a sus jugadores durante un tiempo muerto | Pedro Puig


Sergio García se dirige a sus jugadores durante un tiempo muerto | Pedro Puig


Ningún jugador de la plantilla alcanza los diez puntos de media por partido, ¿es complicado destacar a nivel individual?

Es algo inusual. Por la filosofía que tenemos es muy complicado que un jugador esté muchos minutos seguidos en la pista. Tenemos que apretar en defensa y marcar una intensidad alta y eso implica rotar a todos los jugadores. Es una visión más grupal: buscamos la fuerza del bloque por encima de las individualidades.


A más reparto de minutos, ¿más difícil para el rival descifrar vuestro ataque?

Es algo interesante. El rival no se puede enfocar en uno o dos jugadores. Dago ha hecho un partido de 20 puntos, Zach también… pero nosotros intentamos aprovechar los momentos de cada uno. Busco que todos se sientan partícipes.


Empezaste en los banquillos con 22 años.

Y tengo 38. Son muchos años dedicado al baloncesto y he tenido la fortuna de no tener que parar en ningún momento.


Tengo una visión grupal: busco que todos se sientan partícipes


Casi una década en Palencia, ¿te gustaría vivir otra etapa tan larga en A Coruña?

Ojalá. Hasta ahora no he tenido que moverme mucho y eso es importante para sentirse parte importante del proyecto. El Básquet Coruña tiene todos los alicientes y condicionantes para que así sea.


Cuando recibiste la llamada del Básquet Coruña eras el segundo entrenador del Gipuzkoa, en la ACB y en tu ciudad, ¿qué te convenció?

Estar en San Sebastián era un privilegio por tener a la familia y los amigos cerca. Quería vivir la ACB desde dentro y estuve dos temporadas allí, pero cuando me surgió la oportunidad de venir a una ciudad y un club como Coruña no tuve dudas. Era una propuesta muy atractiva.


De Donosti a Coruña, dos ciudades abiertas al mar.

Siempre que venía con otros equipos había tenido la mala suerte de que nos tocaba un hotel en Marineda. Lo único que veíamos de la ciudad era el centro comercial y un ‘flash’ de la playa antes de entrar en el pabellón. Saber que era similar a Donosti me convenció. Mi mujer (Lupe), las niñas (Emma y Sara) y yo nos hemos encontrado una ciudad espectacular, muy acogedora. Tenemos la playa y muchos parques al lado. Nuestra vida familiar es realmente cómoda. Y lo poco que he podido ir viendo por la provincia es chulísimo.


Charly Uzal, Sergio García y Román Gómez | Quintana


Charly Uzal, Sergio García y Román Gómez | Quintana


Es tu segunda temporada en el club, ¿qué te has encontrado?

A nivel profesional es un club que va creciendo día a día y donde me dejan trabajar. Estoy muy a gusto, tanto con el personal de las oficinas como con el ‘staff’ técnico. La mayoría ya estaban aquí cuando yo llegué. Desde el primer momento que me entrevisté con ellos ha habido buen ‘feeling’. Son gente preparada y conectamos enseguida. Este año hemos sumado a uno más, Carlos Penedo, que también estaba en la estructura del club. Es muy bueno que haya opciones de promocionar desde dentro.


Has vivido la conversión en Sociedad Anónima Deportiva, un cambio ambicioso.

He llegado en ese proceso, pero el club mantiene la humildad de sus orígenes y en ningún momento se compromete a hacer más de lo que podemos. Al mismo tiempo es ambicioso, con una estructura y solidez económica muy importante. El alto nivel de la directiva es el factor diferencial respecto a otros clubes. Tienen una visión muy amplia de este mundo. No se meten en parcelas de las que ellos no se sienten 100% preparados. Y nunca me he encontrado con un “no” por delante.


¿Eres el último en tomar las decisiones deportivas?

Me siento con toda la libertad a la hora de tomar decisiones, pero tengo mucha comunicación con la directiva, especialmente con Roberto (Cibeira, presidente) y Juan Carlos (Fernández, vicepresidente). Ellos están informados en todo momento y consensuamos los fichajes, la planificación de viajes y demás. Me gusta que ellos formen parte del día a día del equipo.


Para mí es muy complejo entrenar con mascarilla


Entre A Coruña y Donosti hay 639 kilómetros por la A-8, unas seis horas y media de carretera. Sergio García no ha podido volver de visita a su ciudad todo lo que le gustaría desde que fichó por el Básquet Coruña y, sobre todo, desde que explotó la pandemia hace ya un año. En el proceso, el técnico ha sido padre por segunda vez y apela a la capacidad de adaptación en una temporada muy distinta.


¿Cómo te ha afectado personalmente vivir la pandemia lejos de tu ciudad y tu gente?

En septiembre nació mi segunda hija y mi familia prácticamente no la conoce. Ha sido un proceso complicado, pero que nos ha tocado a todos. Por suerte el club nos rodeó muy bien y en todo momento nos hemos sentido atendidos.


¿Y profesionalmente?

Todo es muy difícil. Para mí es muy complejo y ha cambiado mucho el hecho de entrenar con la mascarilla. No tengo una voz muy potente y la expresión de la cara es muy importante a la hora de dirigir, pero las normas son así y he tenido que buscar otras maneras de comunicarme con mis jugadores.


Test semanales y partidos aplazados, ¿qué tal llevas la incertidumbre de la competición?

En cuanto a la planificación me gusta tenerlo todo bien atado y ahora es prácticamente imposible. Van pasando muchas cosas que te hacen pensar semana a semana: partidos aplazados por positivos, nuevas fechas... Es todo muy distinto a lo que estábamos acostumbrados. Es una temporada para adaptarse y vivir cosas nuevas.


El técnico vasco, durante un entrenamiento |


El técnico vasco, durante un entrenamiento

Sergio García: “Quedan diez partidos de mucho nivel, hay que estar preparados para sufrir”

Te puede interesar