En los últimos años emergió una importante tendencia de vídeos motivacionales por parte de los aficionados de River Plate con el lema ‘Nunca nos den por muertos’. Al Bergantiños no le hizo falta lema, pero sí necesitó a Lemos para ganar al Fabril. Después de una primera parte entre espesa y precipitada en la que el Depor B se sintió más cómodo y mereció el 1-0, el equipo carballés mejoró con cada cambio de su entrenador y viceversa en el filial blanquiazul con las decisiones del técnico canario. Lamelas y Remeseiro hicieron posible la remontada.
Hay partidos que se ganan por el talento de los futbolistas. Hay partidos que se pierden por errores individuales. Hay partidos que se ganan por buen juego. Hay partidos que (hasta) se pierden en los despachos. También hay partidos que se ganan o se pierden en los banquillos. Lemos acertó al darle entrada a Concheiro por Yelco en el descanso porque, a partir de ahí, su equipo tuvo más control del juego. También atinó con el cambio de sistema a falta de un cuarto de hora para el final porque, con tres centrales, Lamelas –autor del gol del empate– jugó más liberado y Vela –dio la asistencia en el 2-1– pudo ser mucho más profundo. Dos minutos antes del 1-1, Valerón hizo un cambio defensivo en el medio: Kanouté por Sanmartín.
Villanueva Carballo (Pontevedra)
Hubo más tarjetas que patadas en todo el encuentro. Afán de protagonismo y falta de criterio. Sacó una amarilla por decir “venga ya”. No se cargó el partido de milagro.
¿Pudo dar un paso atrás el Fabril inconscientemente? Tal vez. Con el marcador en tablas, el entrenador del Depor B hizo una triple sustitución: retiró a los dos mejores futbolistas del conjunto blanquiazul ayer –Peke y Boedo– y cambió a Javi Sánchez de banda –de la derecha (donde podía hacer daño en la espalda de Cano) a la izquierda (donde al ser diestro salía inevitablemente hacia dentro)–. El Bergan ganó gracias a las buenas decisiones en toda la segunda parte. El Fabril perdió debido a las malas decisiones del último cuarto de hora.
Los planteamientos iniciales fueron sorprendentes. Fue llamativo ver como, con el doble pivote más creativo y atrevido por el que puede apostar Lemos –Remeseiro y Carlos López–, el Bergantiños no fue capaz de tener fluidez ni precisión en la circulación de balón. Parsimonia que se confundía con relajación. Demasiados pases en una misma banda, pocos cambios de orientación y balones en largo para Duque en total desventaja con los centrales rivales. Aún así, tuvo un par de ocasiones de Cano –un tiro manso desde la frontal y un cabezazo alto en un córner– y una volea de Vela que no encontró puerta. El Fabril llevó a cabo su plan de partido con más éxito que el Bergan en el primer acto. El hecho de no tener opciones de entrar en una de las tres primeras posiciones exige menos presión. Ya no es ganar o ganar para estar a la altura de los mejores sino que es ganar para dar la campanada ante el líder, algo muy diferente. Sin tanta exigencia y con mucha motivación, el Depor B asumió una propuesta típica de equipo de mitad de tabla: en defensa posicionamiento intermedio sin entradas y esperando el error del rival y en ataque juego vertical sin complicarse en exceso. Le salió realmente bien en los primeros 45 minutos porque no sufrió en su área y porque tomó ventaja en el marcador: gran incorporación de Guille Bueno, que dejó atrás a Yelco y sacó un centro-chut raso. Brais Pereiro despejó al corazón del área pequeña y Boedo empujó a la red. Peke y Javi Sánchez también probaron en la primera mitad al portero visitante, que reaccionó con dos buenas paradas.
El hecho de pasar a Carlos a la mediapunta, de que Lamelas partiese desde la derecha y de que Concheiro fuese el socio de Remeseiro en la medular dio otro aire al Bergan desde el primer minuto del segundo período a pesar de no avasallar al Fabril. El encuentro pudo cambiar si Duque llegase a acertar en el mano a mano con Alberto tras una ‘cesión-asistencia’ de Trilli. El ‘9’ rojillo corrió totalmente solo hacia el portero deportivista y estrelló el balón en el palo con un tiro cruzado.
Al Bergan le hacía falta un punto más y Lemos lo encontró dibujando un 1-3-5-2. En los primeros minutos de Vela en el carril derecho y de Cano en el izquierdo llegó el empate con un centro medido de este último. Lamelas, el delantero más bajito, entró al área y cabeceó (1-1) solo. El siguiente momento importante fue el del triple cambio del Fabril, con el que acabó de perder el control.
Un desliz de Barba en el medio permitió la contra perfecta. Carlos condujo hasta fijar a Kanouté, metió el balón en profundidad para Vela, que atrajo a Juan, y dio un pase que cualquier otro lateral de la categoría y teniendo en cuenta que era el minuto 88 metería tenso al área pequeña. Duque arrastró a Yuste al primer palo y el ‘2’ rojillo asistió al borde del área, a donde llegó Remeseiro para conectar un zurdazo impecable y matar el partido.
1 El Fabril, más cómodo que el Bergan en el primer acto
En un posicionamiento intermedio, adelantando las líneas en los saques de puerta, el Fabril fue mejor que el Bergan –impreciso, precipitado y sin control– en el primer acto. No fue injusto el 1-0.
2 Lemos ganó la partida a Valerón con los cambios
En el descanso, Lemos metió a Carlos de mediapunta y a Concheiro en el medio. Acierto. Pasó a 1-3-5-2. Acierto. Valerón sacó a sus dos mejores hombres con 1-1: Boedo y Peke. Error.
3 Aciertos y errores individuales en los goles
En el 1-0, Guille hizo una gran jugada pero, ¿falló Brais en el despeje? En el 1-1, centro medido de Cano y mala defensa en área del Fabril. En el 1-2, pérdida de Barba y jugadón del Bergan.