El primer gol en la Liga de Campeones del francés Ferland Mendy, con un derechazo desde fuera del área en el minuto ochenta y seis, derribó el muro del Atalanta, que compitió setenta minutos con diez hombres, y le dio al Real Madrid un valioso uno a cero en la ida de los octavos de final de la máxima competición continental.
Sin nueve jugadores, sin el liderazgo defensivo de Sergio Ramos ni los goles de Karim Benzema, fue Mendy el líder madridista. Provocó la expulsión, severa, del suizo Remo Freuler en el minuto dieciocho y se inventó a cuatro minutos del final la jugada decisiva que premió el empuje de noventa minutos de los hombres de Zinedine Zidane.
Ante el poderío ofensivo y la verticalidad del Atalanta, que tiene segunda mejor delantera de la Serie A y es el máximo anotador liguero en las últimas dos temporadas, Zidane apostó por Isco de falso ‘nueve’, para dar a su equipo más técnica y densidad en el centro del campo e intentar abrir espacios en la agresiva zaga rival.
El malagueño, que no era titular desde el veinte de enero, en el día de la eliminación de la Copa contra el Alcoyano, tocó con calidad y atrajo la presión de los defensas de Gasperini para premiar las incursiones de Vinicius y de Mendy.
Sancionado
Casemiro no podrá jugar el encuentro de vuelta tras ver una amarilla
El Madrid se apoderó del balón y lo jugó con calidad, a la espera de que se diera la ocasión para marcar. Una oportunidad que llegó en el minuto dieciocho, cuando una brillante combinación entre Toni Kroos, Casemiro, Isco y Vinicius liberó a Mendy para que este encarara la portería.
Remo Freuler le derribó antes de entrar al área y el colegiado le sancionó con una roja directa muy severa. En el espacio de diez minutos se le sumaron las noticias negativas al Atalanta, que perdió a la media hora a Duván Zapata por una lesión muscular.
Poco a poco, el Real Madrid, en el que Casemiro vio una tarjeta amarilla que le impedirá jugar la vuelta, añadió a la posesión de balón los disparos a portería. Llegó con un cabezazo del propio Casemiro en el minuto cuarenta y cinco, pero Gollini que logró oponerse y mantener el empate a cero al descanso.
Si los toques, la circulación del balón y la defensa eran excelentes, el Real Madrid echó de menos la presencia ofensiva de Benzema para sacar provecho del gran volumen de juego producido. Fue entonces cuando Zidane sacó a Vinicius para dar paso a Mariano Díaz y, posteriormente, a Isco y Asensio para brindar confianza a los canteranos Hugo Duro y Sergio Arribas.
El equipo blanco necesitaba una chispa, una jugada individual para romper la igualdad y evitar regresar a Madrid con mucho juego y ningún gol. Una jugada que llegó en el minuto ochenta y seis, cuando Mendy puso la guinda a su sobresaliente prestación con un disparo con la pierna derecha desde fuera del área que sorprendió a Gollini y dio el triunfo.