La penúltima jornada de Segunda División ha colocado al Deportivo en la posición que se tiene bien merecía, entrando en el grupo de equipos, cuatro, que disputarán el playoff de ascenso por una plaza para Primera. Ahora mismo depende de sí mismo, que era lo que se vino jugando en la última fase del campeonato. Y digo esto porque la visita de mañana en el Abanca-Riazor, si se juega como hicieron en la segunda parte sobre todo, la otra noche en Elche. Hay que ganar como sea después de la lección de coruñesismo que nos dio Manuel Mosquera en el banquillo del Extremadura en el Ramón de Carranza ante el Cádiz con un aplastante 0-1. 

Ante el Elche, en los 45 primeros minutos se jugó mal, y lo que sigue. Y, después de una segunda parte muy diferente, con más de cinco ocasiones claras de gol y más de un decena de saques de esquina, pero sin acierto alguno ante la portería ilicitana. Sin embargo el empate (0-0) fue suficiente para encaramarse en la lista de los cuatro equipos que van a luchar por una plaza en Primera, siempre y cuando no vuelvan a las andadas y que el Córdoba, ya descendido a Segunda B, no tire por tierra todo lo bueno que nos ha deparado la penúltima jornada.

La garra exhibida, en el segundo tiempo en el Martínez Valero ilicitano, debe ser el punto de partida en los 90 minutos de los cinco partidos que le espera. Otra actitud y una buena dosis de entrega y ambición, si de verdad se quiere ascender a la máxima categoría del fútbol español.

Y ya no digamos si Manuel Mosquera, el buen coruñés que dirige el Extremadura, y sus hombres se anotan otro triunfo ante el Mallorca, que los visita el sábado en Almendralejo. Supondría el ver al Deportivo en la quinta posición final en la tabla clasificatoria. Casi nada. 

Por eso, y lo que viene después,  debe suponer un abarrote en el Abanca-Riazor con el deportivismo volcado por los de José Luis Martí, que son los que tienen la última palabra a la hora de la verdad. Ellos, los que se visten de blanquiazules. tienen la palabra. Más que nunca, ¡Forza Depor!.

P.D.- Ah, y como van acercándose las fechas no hay que perder de vista que está ahí esperando el que alguien, sobre todo Ayuntamiento y Deportivo, que están a la vuelta de la esquina la convocatoria del LXXIV Trofeo Teresa Herrera, el decano mundial de los trofeos veraniegos, y al mismo tiempo homenajear una vez más (después de tres años de olvido, el cuarto fui yo el que depositó el ramo de flores en su sepultura) a la bondadosísima Teresa Margarita Herrera y Pedrosa, que tanto hizo por la beneficencia coruñesa.