Siempre exterioricé mi admiración hacia la afición deportivista centrada en su fidelidad y entrega. En los momentos más duros, de más difícil digestión, estuvieron muy por encima de lo requerido.
Pero lamento muchísimo que este sábado ese posicionamiento se viese, parcialmente, fracturado. Ya se sabe que la felicidad completa no existe.
La realidad del Club es la que es, "se quiera o no se quiera ver" y este Consejo de Administración tiene mucho que decir, "se quiera o no se quiera digerir". ¿Cuál es la alternativa?
Seguro que hay errores, por supuesto, estimo incluso que graves. Y desde mi opinión, fueron y serán recriminados. Pero nunca dando la espalda, así se fractura y la fuerza que tiene este colectivo se pierde por la alcantarilla. El enemigo nunca puede ser el equipo, imposible, ellos son la esencia de su afición.
Escuche, el mismo día del partido, declaraciones desde la Federación de Peñas incentivando determinados posicionamientos. No lo entendí. En "plazas" mucho más deterioradas se ha toreado y nunca, se instó a tal rebelión. Seguro que fueron fruto de la impotencia y sufrimiento.
Pero estos representantes, que para eso están, deben mantener siempre el equilibrio y la equidad. Tirarse al monte significa romper moldes. ¿Está el Club para estos menesteres? ¿Qué se gana con todo esto?
No todo va a ser negativo. Está lo más importante, que el equipo, un año más, estará integrado en la máxima categoría del fútbol español. Entre los grandes...
Hay camino que recorrer. Un nuevo ciclo comenzará de inmediato y la unidad será clave para sobrevivir, como siempre. No hacerlo así, supondría remar contracorriente.
El fútbol es pasión, por ello, es inevitable el discrepar, el sufrir, el llorar, el patalear... Todo eso es admisible, lo que no lo es, es dar la espalda y marcharse.
Espero y deseo que esa brecha abierta cierre lo antes posible, que las aguas vuelvan a su cauce y todos sepan su lugar. El Consejo de Administración también debe estar a la altura de las circunstancias, trabajar entre bambalinas, para que estas cosas no sucedan. No se puede actuar como alevines de primer año, con permiso de ellos. Bien merecen todos, el mayor de los esfuerzos para conseguirlo.
No todo va a ser negativo. Está lo más importante, que el equipo, un año más, estará integrado en la máxima categoría del fútbol español. Entre los grandes y eso es el mayor logro para todos, para el deportivismo y para la ciudad. A Coruña tiene en estos momentos un "plus" y por eso, debe sentirse muy orgullosa.
Otra cuestión es el día a día. Entramos en el largo y cuestionable proceso de las bajas y las altas. Pero eso queda para otro día. Ahora toca disfrutar mientras otros relamen las heridas de la pérdida de categoría. El viernes, para abrir la veda de la nueva temporada, rueda de prensa del Presidente. Ansioso quedo por escuchar su versión.
Como siempre un placer.