El pasado jueves en partido disputado de Copa del Rey ante la Unión Deportiva Las Palmas vimos un Deportivo que no puede. Este partido y los dos anteriores ante Eibar y Girona jugados con los equipos débiles de la categoría nos hacen presumir lo mal que podemos pasarlo esta temporada. Hace unas semanas veíamos estos enfrentamientos con esperanza de remontar puestos en la tabla, hoy en día los vemos unos con tristeza y el que nos queda por jugar con temor. Mañana volvemos a vernos las caras con el equipo insular, en esta ocasión partido de liga, y veremos lo que pasa. Si el equipo de Parralo no consigue la victoria podemos ver mermada la confianza del grupo hasta límites insospechables. No debemos entra en esa rueda de pesimismo, pues acabar siendo la pescadilla que se muerde la cola.
La crisis deportiva que sufre el Real Club Deportivo de La Coruña se ha cobrado sus dos primeras victimas. Por un lado, Fernando Vidal consejero y máximo responsable del área deportiva dimite. Y por otro, el entrenador Pepe Mel es cesado fulminantemente después de perder ante el Girona.
Apuntar que ninguno de los dos hechos me agrada. Considero que ambos han cumplido objetivos hasta la fecha.
El motivo de la renuncia de Fernando Vidal lo ha explicado y no ha querido profundizar en el mismo. Mel a sabiendas de que podía ser cesado no lo esperaba, pues consideraba que tras haber salvado al equipo la temporada pasada y su experiencia en la máxima categoría del fútbol nacional eran suficiente aval para mantenerlo en el puesto.
En fin, este Depor va camino de convertirse en un tritura entrenadores. De todos modos estamos muy lejos del famoso baile de entrenadores al cual nos acostumbró el Atlético de Madrid de Jesús Gil que batió record de entrenadores en una sola temporada. Aquella temporada 1993-94 el banquillo rojiblanco tuvo hasta seis inquilinos. En otras dos campañas, la 1988-89 y la 1992-93, Gil contrato los servicios de cinco técnicos.
Ahora se hace cargo de la primera plantilla Cristóbal Parralo que viene arropado por Javier Manjarín.
Creo que tampoco hace falta decir que no lo van a tener nada fácil, la falta de confianza, consecuencia de los malos resultados y el juego no acompañan.
En este caso la pareja formada por Parralo y Manjarín tiene a su favor el que conocen el fútbol como jugadores de alto nivel y en contra el que no tiene experiencia en los banquillos de primera división.
Desde ahora mismo Cristóbal Parralo y su cuerpo técnico son los que deben cambiar el rumbo de este Depor, por lo cual a partir de ahora todos los deportivistas debemos apoyarlos y confiar en que la senda del buen camino será la ruta.
A modo de aviso y reflexión, creo necesario recordar a algunos jugadores de la plantilla que no vale esconderse y disfrazar el mal trabajo entre el nutrido grupo de futbolista que forma este equipo. A los futbolistas decirles que hay que espabilar y trabajar. Pues, si lo hacen, no lo parece. ¡Forza Depor!
