No entiendo la broma esta de la plantilla blanquiazul que necesita que le animen para hacer medianamente bien su trabajo. De verdad, llámenme raro, pero no pillo este paripé de unos profesionales bloqueados por su propia ineficacia para mantener a flote la nave en la élite estatal.
Ojo, que nadie me interprete mal, no critico que el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, y mi buen amigo el concejal José Manuel Sande, vayan a Abegondo. Seguro que alguna mente pensante del club coruñés tuvo la feliz idea. Entre nosotros, el efecto final es un simulacro y de mal gusto, que implica a un concello que se porta de cine con la institución deportivista.
¿Y si cambiamos los papeles? ¿Por qué no son los jugadores los que animan a la afición de Riazor? ¿De verdad no son conscientes del bodrio de partidos que hacen tragar a sus seguidores? ¿Cómo se va a espolear a un equipo que se arrastra por los terrenos de juego?... No es lógico.
