SEAMOS SINCEROS el actual Consejo del Real Club Deportivo de A Coruña le faltó un pelín de suerte en el plano deportivo. Fernando Vázquez acarició el milagro, pero no acertó ni él ni su plantilla en las últimas jornadas de competición. El descenso a Segunda B (si se consuma) se lo ganó el equipo a pulso en una temporada absolutamente nefasta y lamentable. Nadie, ni los dos consejos de administración anteriores a este, ni siquiera los dos entrenadores anteriores al de Castrofeito, han merecido el reconocimiento del aficionado. Y eso queda grabado en la retina. Echen un vistazo a la Junta de Accionistas del martes, sin ir más lejos, a muchos socios todavía le hierve la sangre recordando a Tino Fernández. Curioso. Nadie habla de Paco Zas, porque ya lo relacionan directamente con él. ¿Cuál es la razón?
Personalmente creo sinceramente que Fernando Vidal y su equipo lo tienen más claro. Primero está el Deportivo y si hay que romperse la cara por él lo hacen. Ya no se rinde el club a LaLiga de Tebas, ni tampoco a la Federación de Rubiales. Si hay que pelear se pelea, sin tregua. Eso gusta al aficionado en general.
Pero lo que realmente tiene Vidal y sus compañeros es que escuchan a todo aquel que tiene algo que decir, aunque lo que expongan no sea nada agradable. En estos últimos meses, Fede Poncet mantuvo encuentros con diversos sectores del deportivismo con el objetivo de buscar vías de solución para compensar los duelos que el público se perdió en Riazor. De todo lo hablado salió un compromiso, consensuado con todos. Puede, como es lógico, que haya alguien que no le guste la solución. Pero lo cierto es que todo el mundo aportó su granito de arena. Pero si hay algo digno de destacar es sin duda que este Consejo no tiene interés en esconder absolutamente nada. Decir la verdad le da más valor.