Los resultados de las nuevas pruebas PCR a las que fueron sometidos el domingo el resto de los futbolistas y el cuerpo técnico del Atlético de Madrid han resultado ayer lunes negativas, ha informado el club, con lo que los positivos por la Covid-19 se limitan a dos jugadores, Ángel Correa y Sime Vrsaljko, y el equipo retomará esta tarde los entrenamientos y viajará el martes a Lisboa para la final a ocho de la Liga de Campeones.

¿Qué diferencia, verdad? El Atlético de Madrid nada más conocer los positivos de sus jugadores informó a la Liga Nacional de Fútbol, a la Real Federación Española de Fútbol, por extensión a la UEFA, y a las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid. Incluso, en un comunicado oficial, explica que los médicos de la entidad son los encargados de poner en práctica los protocolos para ‘proteger’ al resto de los jugadores con el objetivo de evitar posibles contagios, así que les hacen pruebas para determinar que no están infectados por el virus del Covid-19.

Ahora vayamos al caso del Fuenlabrada. Hay dos positivos. El club madrileño informa a la Liga de la incidencia, pero no lo hace ni a la Federación Española y tampoco a las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid. ¿Por qué? Pues porque Javier Tebas, según reconoció días después, ordenó no comunicárselo a nadie y que viajara hasta A Coruña con el fin de disputar el duelo de Riazor, ya que tenía un plan. Una vez que se filtraron los casos positivos decidió suspender solo el duelo Depor-Fuenlabrada. 

Pero lo más grave es que el equipo madrileño se desplazó sin su médico, tal y como establecen las normas del protocolo de la propia Liga. 
De ahí la enorme irresponsabilidad del presidente de la patronal futbolística que tarde o temprano tendrá que comparecer ante la Justicia para dar explicaciones.