Toca esperar. La cosa está poniendo muy fea y hasta que Javier Tebas no diga esta boca es mía, lo demás es pura especulación. Quien se adelantó por Luis Rubiales implicándose y solicitándole a la Liga Nacional de Fútbol Profesional que abra la puerta a la posibilidad de abrir la Segunda a 24 equipos. Ahí la Real Federación Española de Fútbol echó carnaza en el ‘caso Fuenlabrada’ y es ir directamente a la yugular del presidente de la patronal futbolística.
A nadie se le escapa que Javier Tebas odia a Luis Rubiales, y viceversa. Tanto es así que el primero todavía intenta colocar de candidato a las elecciones de la Federación, con el objetivo de disputarle la presidencia al que fuera en su día dirigente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que tantos quebraderos dio a la Liga.
Tebas nunca tuvo amigos en la Federación. A Villar le hizo la vida imposible y a Rubiales, en eso está. Con la aparición de la pandemia la cosa se tranquilizó e incluso el Consejo Superior de Deportes puso paz entre ambas partes. Sin embargo, los que conocen a Tebas su obsesión es tener en el ente federativo a un hombre de paja. Él cuenta para ello con el voto de la mayoría de los clubes profesionales, pero son insuficientes sin los futbolistas, árbitros y territoriales.
De hecho se había hablado de que Iker Casillas, entre algún que otro ex presidente de club y un dirigente de la una federación territorial, estaría ‘patrocinado’ por la LFP. La idea de Tebas es tener más capacidad y control sobre el fútbol, pero la Federación le viene frenando sus ganas de crecer y teniendo a una persona de confianza lograría más competencias para la patronal y eso significa más dinero en ingresos.
Rubiales está al tanto de sus intenciones, vigila sus movimientos y el organismo federativo cada vez que tiene oportunidad mete baza. Eso incomoda a Tebas.