Menos mal que lo de la otra noche contra el Mallorca, en el Abanca-Riazor, puede que a algunos les parezca suficiente el 2-0, pero si hemos de tener en cuenta la dureza de los mallorquines, un tanto consentida por el colegiado de turno hay que pensárselo mucho ante de meternos en pruebas y dudas. De lo contrario la diferencia aún hubiera sido mayor, no sólo por la escasa valoración ofensiva de los visitantes, sino también por el constate dominio blanquiazul en la segunda parte.
Que pudo haber sido un mejor resultado lo saben cuántos estaban allí, pero que  también podía haber sido peor. Todavía quedan 90 minutos de juego en Son Moix. Las puertas están abiertas y con muchas posibilidades para los de José Luis Martí que, aún sin jugar al ritmo exhibido ante el Málaga, sí han demostrado que es difícil hacerles un gol a un Mallorca muy duro en sus entradas -ahí están dos locales lesionados, Alex Bergantiños y Michele Somma- para demostrarlo. Algo que deberá tener muy en cuenta el colegiado madrileño -Valentín Pizarro Gómez-, que es el que dirigirá el segundo y último encuentro del playoff.
Lo importante ahora, pese a los pocos días que median entre uno y otro encuentro, el de esta noche hay que afrontarlo como decisivo que es. Por eso en Son Moix, esta noche, hay que contar con los primeros espadas -las vacaciones ya están a la vuelta de la esquina- para dejar bien claro quién el merecedor del ascenso por méritos. Todavía  hay que afrontar el partido decisivo y final. Insisto con cuantos más titulares mucho mejor. Allí estarán también los lesionados. No perdamos de vistas que allí estará un Mallorca peleón, duro y protestón que tuvimos la otra noche en feudo coruñés que, salvo en los primeros 15 minutos en Abanca-Riazor, poco más hicieron ante el Deportivo. Me parece que Dani Giménez, el guardameta blanquiazul, apenas detuvo un par de lanzamientos de los visitantes y, una vez más, su portería resultó inexpugnable. Por eso, insisto, el 2-0 me parece corto, pero en feudo balear ellos, los deportivistas, pueden y deben hacerlo bueno...y así regresar a La Coruña en Primera División.
Insisto, va a ser un encuentro nada fácil, incluso con alguna baja local por tarjetas mostradas por Trujillo Suárez, el colegiado tinerfeño que pitó el séptimo partido El Deportivo tiene que ir preparado para las inconveniencias que le van a presentar los mallorquines, que seguro intentarán sorprender en los primeros minutos, de ahí que los titulares blanquiazules salgan más concentrados que nunca, claro que sin entrar en las provocaciones locales, que van a ser en todos los sentidos. Menos mal que el Depor no estará solo ya que con muchos los seguidores herculinos los que van a la capital balear a tomar Son Moix. Como siempre y más fuerte que nunca aquí está mi ¡Forza Depor!.