Menuda “vorágine” se está montando con la puesta en marcha de los distintos campeonatos nacionales de fútbol. Es claro que el dinero, muchas veces, hace amigos a los enemigos. Fíjense ustedes la reconciliación entre Tebas y Rubiales. A la salida de la reunión del “concordato”, parecían “hermanitas de la caridad”. Incluso se pararon en la acera del edificio del Consejo, para charlar de sus cosas y ofrecer una imagen de unidad, posibilitando que los medios la recogiesen como centro informativo.
La semana pasada les trasladaba el reconocimiento particular hacia el máximo responsable del fútbol profesional, su capacidad para sacar este gigante social-económico adelante. No era nada fácil. Había multitud de tachuelas en el camino. Pero poco a poco, como una hormiguita (no se si habré acertado en el símil con el personaje), consiguió que todo tuviera el visto bueno de los responsables que dirigían el Estado de Alarma.
¡Pues ya estamos en la víspera del reencuentro futbolístico!. Claro está, sin olvidar lo que pasó, lo que está pasando y lo que podría pasar. Como la vida misma, la perfección no existe. Aparecieron los “protagonistas” de siempre, los que les gusta estar siempre en el filo de la navaja, buscando su cuota de exhibicionismo, tanto de imagen como verbal. Determinados presidentes salen a la palestra, trasladando su intención de abrir las puertas de los estadios, para que entre “su público”. Acogiéndose a vacíos en las normativas.
Difícil controversia, a ver como se controla el tema. Mi opinión es que no debe haber este consentimiento. No nos podemos olvidar de que hace tan sólo un mes, estábamos todos en casita confinados y los fallecidos eran los que eran. Una situación dramática e inolvidable.
Se debe andar con mucha cautela, no se puede dar un paso atrás en falso. Si esto fuese así, el fútbol y el deporte en general, quedaría muy tocado cara al futuro.
Se pide sensatez y cordura para estos casos. Si tal como está planificada la reapertura del fútbol, todo se mueve en un cauce adecuado, entiendo que se podría catalogar como un gran logro. Dejémonos de aventuras sin sentido.
Paralelamente el baloncesto, la ACB, aplica otra fórmula. Junta a los más destacados de la competición regular en un play off concentrado en Valencia.
Por último, quisiera destacar que las promociones en categorías no profesionales, quedan de la mano de Dios. Aquí las garantías sanitarias quedan muy relajadas. La mayoría de los clubes no pueden asumir las responsabilidades que pudiesen surgir. A ver como finalmente lo resuelve la federación del señor Rubiales.
Mientras sepárense lo más posible, es lo más recomendable.
Como siempre un placer.