Pues la pelota está en el tejado de la Liga Nacional de Fútbol Profesional, mientras los distintos comités siguen estudiando los recursos y escritos de los clubes implicados con la cada vez más inexplicable suspensión del Deportivo-Fuenlabrada al detectarse casos de positivos de Covid-19 en el equipo madrileño.
El secretario general de la Real Federación Española de Fútbol, Andreu Camps, con un razonamiento lógico en el mundo mundial, pide a la patronal futbolística que, a la vista de que el ‘caso Fuenlabrada’ acabará en los tribunales y para evitar disgustos de última hora, lo mejor es admitir errores y montar una liga de 24 equipos. De esa manera se zanjaría toda la polémica y vuelta a empezar.
Sin embargo, Javier Tebas inicialmente no está muy convencido. El dirigente del fútbol profesional puso en la boca de un portavoz cercano a él que hay 16 equipos que se oponen, pero todo el mundo sabe en el seno de la LNFP que es una maniobra suya. Así que habrá que esperar a una negociación, porque ahora ya es una cuestión de dinero.
Efectivamente, el fútbol se mueve por los euros. Aumentar la Liga a 24 significa que el dinero que hay que repartir es el mismo y cada club, en teoría, tendría que afrontar que en sus ingresos de verían disminuidos porque los contratos televisivos y publicidad ya están firmados para los 22, no para dos a mayores.
En el mundo el balompié cada vez que hay dinero de por medio la cosa se pone seria. Por eso, los clubes que han salvado la categoría se niegan a repartir con los que en teoría deberían de estar descendidos si no fuera por la ilegalidad cometida con la suspensión del duelo de Riazor. El problema lo tiene ahora mismo Javier Tebas sobre su mesa. A lo mejor le sale más caro que le paralicen la competición. Veremos.