Desde hace tiempo vengo trasladándoles mi versión de que cualquier actuación en el mundo del deporte, debe canalizarse a través de la pasión. Como bien decía mi amigo Alfonso Rivera… “entregándose a la acción”.
Siempre entendí que uno de los mayores pecados de los que movieron los hilos del poder en este último tramo de la historia del R.C. Deportivo, fue que les faltaban grandes dosis del referido adjetivo. Y no porque no desearan que las cuestiones deportivas fueran de la mejor manera, es que les faltó el “plus” de la transmisión. Nunca lograron generar una corriente positiva hacia el exterior, incluidos técnicos y sus directores deportivos correspondientes.
Visto lo que estaba sucediendo en la casa blanquiazul donde la depresión y la ambigüedad presidian cada día los acontecimientos, era fácil intuir una singular caída hacia la autodestrucción. El último puesto en la clasificación es un fiel reflejo de lo que les expongo.
Allá por el mes de octubre, coincidiendo con el cese de Anquela, les sacaba, en estas mismas líneas, el nombre de Fernando Vázquez en mayúsculas. Aunque no fue demasiado tiempo de convivencia, debido a la injusta ley futbolística, pude ser testigo, profesionalmente hablando, de su capacidad para generar ambición e ilusión a través de sus conocimientos y su pasión por el fútbol.
Aunque ya se sabe que en el deporte uno nunca se puede confiar a su suerte, ya que en seguida se la birlan, estoy plenamente convencido de que con la llegada del técnico de Castrofeito, el deportivismo vivirá una etapa de confianza que propicie que la entidad se recupere de los sobresaltos vividos y los aficionados puedan sentirse de nuevo orgullosos e integrantes del proyecto que presencian cada jornada. Que por otra parte bien merecido se lo tienen.
No todo va a ser color de rosa, hay que estar preparado. El equipo va a sufrir, es claro que hay que reforzarlo, pero los hombres que lleguen sabrán a lo que se juega y lo que se necesita de ellos.
En el deporte se puede ganar o perder, obvio, pero una entidad es grande cuando sus componentes saben que la pasión es su principal baza en la consecución de los objetivos marcados. Y estoy muy seguro que con Fernando eso está completamente asegurado.
En el plano directivo, ante una situación límite, fueron necesarias medidas drásticas que propiciaran un cambio de ciclo. Se podrá estar de acuerdo con algún que otro “peón” o “alfil”, pero ante el agujero que había, no queda otra que hacer borrón y cuenta nueva. Respaldo total a los “locos” que se meten en estos berenjenales y tirar para adelante, que queda mucho camino por recorrer, económico y deportivo.
Finalizo con el día y hora que pusieron para el partido antes el Racing de Santander. Será una buena revalida para la afición, teniendo en cuenta la importancia del choque, en su respaldo hacia unos colores. A mí no me cabe la menor duda que Riazor será una “bombonera”.
Como siempre un placer