Es evidente que el gran revés de la sentencia favorable a la Agencia Tributaria por la cual el Depor tiene que soltar otros casi 22 millones de euros al fisco ha sido como un torpedo en el casco de la nave blanquiazul.

Afortunadamente en este barco hay un gran equipo de mantenimiento. Por ahora solo pueden dedicarse a tapar vías de agua, poco más, pero dentro de algunos años la silueta en la mar se verá nítida y clara, digna de las mejores travesías.

El deportivismo, como el consejo, está absolutamente preocupado. Todos lo estamos. Y tocará hablar mucho y escribir mucho 'del particular'. Hay trabajo por delante para intentar que el pago de la deuda sea de la mejor manera para las arcas del club.

Pero estamos en semana de derbi. No es que escriba de ponernos una venda en la cara y aparentar que no pasa nada, simplemente, la afición se merece un buen derbi, sin agobios en la tabla, sin pensar en otra cosa.

Los consejeros se reunieron ayer para hablar de la situación de la entidad y el mensaje del presidente es el de reparar los daños y seguir construyendo el nuevo Depor, pero como ya indicó hace dos días, pide tranquilidad a la afición, que deguste este partido tan importante y que, al menos por un espacio de tiempo, olvide que, una vez más, habrá que emplearse a fondo para seguir pagando el 'megapufo'. Pero eso será en unos días.

Ahora, a por el derbi.