Con el calor del verano llegan los fichajes y sobre todo los rumores que sacuden la actualidad futbolística estival. A falta de competición, los chismes cobran protagonismo. Una historia se repite año tras año.
Los movimientos para conformar la plantilla del Depor parece que van más lentos que en la pretemporada pasada. Esperemos que sea un síntoma de prudencia y falta de precipitación. La primera incorporación viene de Valdebebas. Se trata del joven uruguayo Fede Valverde que militaba en el Castilla de segunda división B durante la temporada pasada. Los informes son muy buenos (eso tampoco es novedad) y hablan de un futuro prometedor para este centrocampista. Desde la Casa Blanca entienden la cesión durante dos años al conjunto coruñés como una oportunidad para que explote en la división de honor y pueda llegar a formar parte del primer equipo en un futuro. La experiencia vivida con Asensio, Lucas Vázquez e incluso Carbajal, jugadores que en su día se foguearon en otros equipos para volver más hechos al Madrid, parece que marca la política que respecto a la gestión de talento diseñan desde el Bernabéu.
Cobra un renovado interés colocar la deuda y salir del encorsetamiento que impone el tope salarial
El Deportivo espera encontrar un jugador que quiere reivindicar su talento y aporte calidad al conjunto. Llega a una línea media donde tendrá que pelear su puesto con Guilherme, Mosquera, Borges, Bergantiños y Juan Domínguez. Indudablemente sobran efectivos para este puesto. Renovado el brasileño y a falta de posibles movimientos con el tico y el coruñés Mosquera, parece que los llamados a abandonar la disciplina blanquiazul son el capitán Alex Bergantiños y el repescado Juan Domínguez. Con la línea medular cerrada, y a expensas de las posibles salidas, queda trabajo para reforzar la defensa con un lateral diestro que tenga proyección y le discuta el puesto a Juanfran. Habrá que revisar el capítulo de centrales que este año ha sido excesivamente vulnerable. En ataque parece que está todo por hacer para saber quién puede complementar el juego de Andone.
En fin, en pleno proceso de configuración del plantel y con las manos atadas debido a las restricciones financieras que pesan sobre el cuadro coruñés, cobra un renovado interés la posibilidad que se apuntaba desde el Consejo de Administración y que no es otra que poder colocar la deuda y salir del encorsetamiento que impone el tope salarial.