Pese a haber eliminado al París Saint Germain las últimas tres veces que el equipo francés se cruzó en su camino en la Liga de Campeones, el Barcelona llegaba esta vez a la cita sin ser favorito, pero el gran momento de Lionel Messi y la lesión de Neymar da Silva, que se pierde la ida, podrían haber invertido la tendencia de una eliminatoria de octavos de final que abre el telón esta noche en el feudo azulgrana.
Y es que este Barça vuelve a carburar al ritmo del astro argentino, que ha empezado a golear y a asistir como en sus mejores tiempos. Su última exhibición, el 5-1 ante el Alavés en el último partido de Liga, donde Messi asistió y también marcó por partida doble.
Ante el conjunto vasco, el técnico del Barcelona, el neerlandés Ronald Koeman, dio descanso a Jordi Alba, Pedri y Dembélé, pensando en el PSG. Los tres serán titulares hoy en un once donde los problemas volverán a estar en la defensa.
El técnico del Barcelona tiene lesionado al central uruguayo Ronald Araujo y aunque Gerard Piqué seguramente entre en la convocatoria tras estar tres meses parado por una lesión de rodilla, no parece probable que esté en disposición de ser titular.
El flojo estado de forma del francés Samuel Umtiti deja al también galo Clement Lenglet y al canterano Óscar Mingueza como las opciones más fiables para ocupara el eje de la zaga.
Jordi Alba es insustituible en el lateral izquierdo, mientras que para el lateral derecho Koeman tendrá que decidir entre Sergiño Dest, que lleva semanas entrando y saliendo de las convocatorias por unos problemas musculares, y Junior Firpo para jugar a pierna cambiada.
El resto del equipo será el de gala y con el que este Barça ha cogido la velocidad de crucero, con Sergio Busquets, De Jong y Pedri en el centro del campo, y Messi liderando la ofensiva junto a los franceses Griezmann y Dembélé. Ansu Fati, Coutinho y Sergi Roberto también siguen siendo baja.
Por su parte, el París Saint-Germain viaja pendiente del italiano Marco Verratti, que no juega desde el 7 de febrero por un problema físico. Todo apunta a que el jugador, por el que un día se pelearon Barça y PSG, estará en el césped.