Qué bonito es ganar
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17º-23º

Qué bonito es ganar

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Los futbolistas del Paiosaco celebran el 2-0 anotado por Beto de córner directo | raúl lópez

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El Paiosaco consiguió su primera victoria de la temporada dándole un repaso al Fabril en la primera parte. El filial del Depor se quedó con diez en el minuto 14, disputó sus mejores minutos en el tramo inicial del segundo tiempo, pero no mereció empatar.


Si Valerón estudió al Paiosaco, algo que está en tela de juicio, no debió sorprenderle su propuesta de ayer. El equipo de Juan Riveiro hizo exactamente lo mismo que una semana antes contra el Bergantiños. Línea de cinco defensas, doble pivote, mediapunta y dos delanteros. Las únicas novedades, un total de cuatro, fueron de nombres: Litos estuvo en el carrilj derecho, Edu acompañó a Moure en el medio, Modia ejerció de mediapunta y Richi actuó de delantero junto a Jesús Sayés. El resto del once inicial fue el mismo: Rama en portería; trío de centrales formado por Ventola, Edu Dias y Beto; Juanma en el carril izquierdo; Moure como pivote; y Jesús Sayés en punta.


El Fabril salió con su teórico mejor once. En ese sentido no habría que castigar gratuitamente al técnico canario. Entre Alberto y Brea para la portería, apostó por el primero. En los laterales actuaron los habituales de los últimos meses: Iván Guerrero en la derecha y el juvenil Guille Bueno en la izquierda. La pareja de centrales estuvo formada por David Suárez y Juan Rodríguez, quedando relegado a la suplencia un Álvaro Yuste que ha demostrado más eficacia que David en el global de la temporada. Con Villares en el primer equipo, el doble pivote fue para Kanouté y Álex Barba, dos de los mejores del filial ayer. En la mediapunta actuó Manu Mosquera, que volvió a ser titular dos meses después aunque poco lo disfrutó. Por fuera jugaron Javi Sánchez en la derecha y Boedo en la izquierda. El delantero centro fue Adri Castro, el futbolista que está a caballo entre el filial y el primer equipo.


La presión alta en la salida de balón del Fabril y el enorme sacrificio en el repliegue y, sobre todo, en apretar al poseedor de la pelota, fue fundamental en la brillante primera parte del Paiosaco, que aprovechó el viento a favor para empujar al filial hacia su portería. Y el primer gran susto de la noche llegó en el minuto 2 cuando, en un córner ejecutado por Beto, Jesús Sayés mandó un cabezazo a la madera. El peligro se repitió en el 5: otro saque de esquina del ‘3’ verdiblanco que el mediocentro Edu, que disputó su primer partido como titular como futbolista verdiblanco, peinó llevando el cuero cerca del palo derecho del marco de Alberto.


Dejando a un lado las dos primeras ocasiones del equipo local, una de las acciones más determinantes del encuentro se produjo en el minuto 14. Despeje de Beto desde su campo, el balón cogió mucha altura y fue a parar a la zona del central derecho del Fabril. David Suárez dejó botar la bola y trató de cederla de cabeza para Alberto, pero su envió se quedó corto. El delantero Richi molestó primero al central y después esprintó hacia el portero, llegando antes que él y siendo arrollado. El lucense Abel Bruzos no lo dudó: falta en la frontal del área favorable al Paiosaco y tarjeta roja directa para Alberto. El Fabril jugaría con diez futbolistas más de 74 minutos. El sacrificado fue Manu Mosquera. No sorprendió a nadie. Ni siquiera al propio Manu.


Con muy poca presencia en campo contrario, sin que su delantero entrase en juego y con Kanouté como principal protagonista con la pelota, el Fabril no inquietó en absoluto al Paiosaco en el primer tiempo. No tiró ni una sola vez entre los tres palos y el único remate que no encontró portería (por mucho) fue de Boedo en el 41. Fueron precisamente los últimos minutos de la primera parte los que le acabarían dando los tres puntos al conjunto local.


De un mal control de Jesús Sayés en el minuto 44 nació el primer gol de la noche. El propio Jesús presionó tras pérdida y consiguió recuperar la pelota en el sector derecho del ataque del Paiosaco. Nada más hacerse con el cuero metió un pase perfecto a la espalda de una desorganizada línea defensiva del Fabril. El cuero llegó raso a la altura del punto de penalti y Richi, totalmente solo, se encontró ante Brea y definió (1-0) con la zurda en un remate que no entró muy cerca del palo pero que provocó la euforia de los verdiblancos.

Independientemente de la expulsión de Alberto, del viento en contra, de que Villares y Rayco ya no están y de cien excusas más, la primera parte del Fabril fue nefasta. La del Paiosaco fue perfecta y Beto puso el broche en el minuto 48 anotando un gol olímpico (2-0) esquivando la marea de futbolistas que se acumulaba en el área pequeña visitante.


Segunda parte

El Fabril necesitaba una reacción inmediata y Valerón movió ficha. Dejó en el vestuario a David Suárez y a Guille Bueno, dio entrada a Raúl Pesca y a Peke y modificó el 1-4-4-1 con el que terminó en la primera mitad al quedarse con diez. El filial jugó con tres defensas en la segunda mitad: Iván Guerrero, Kanouté y Juan Rodríguez. Por delante de ellos se quedó como único mediocentro Álex Barba, ex del Paiosaco. La siguiente línea era de cuatro piezas: Pesca en la derecha, Boedo en la izquierda, Javi Sánchez y Peke por dentro. El punta siguió siendo un desafortunado Adri Castro que buscó la pelota por todas las partes del campo y que nunca estaba en zonas de remate cuando sus compañeros sacaban centros desde fuera. Ni siquiera cuando se encontró con un balón franco dentro del área hizo de delantero y, en lugar de tirar, dio un último pase a un compañero que estaba en fuera de juego.


El arreón inicial del Fabril en la segunda parte fue bueno. Consiguió tener balón y profundizar por fuera con Pesca en la derecha y Boedo en la izquierda. Y no tardó ni diez minutos en recortar distancias. Córner ejecutado por Boedo desde donde Beto marcó de forma directa. El cuero fue al segundo palo, Rama no despejó y Barba empujó (2-1) el esférico con la izquierda muy cerca de la línea de gol.


El Paiosaco perdía gasolina después de un esfuerzo titánico, el Fabril buscaba al mediapunta juvenil Peke, escurridizo y muy efectivo en los anteriores partidos con el filial, pero que ayer no estuvo del todo fino en las últimas decisiones. Juan Riveiro ganó oxígeno dando entrada a Eiroa en el medio del campo y más aún poco después con Josiño, el que más se atreve del Paiosaco a quedarse la pelota y provocar situaciones más allá de mandar balones al espacio. Las últimas balas de Valerón fueron (minuto 85) Álex y Guedes, pero para ello Valerón tuvo que sentar a Boedo y Barba, dos de los mejores de su equipo ayer.


Antes de eso (minuto 71), Javi Sánchez mandó una falta al palo izquierdo de la portería de Rama. Fue la última gran ocasión del filial del Depor que empezó bien la segunda parte pero que, poco a poco, perdió la capacidad intimidatoria, algo que permitió que el Paiosaco se creyese que podía ganar su primer partido de la temporada. Y así fue. 

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