Tras las derrotas frente a Taradell y Barcelona, el Liceo quiere recuperar cuanto antes la senda del triunfo. La ocasión de mañana parece propicia, pues visita al colista, Mataró, que ahora mismo es el principal candidato para descender.
Y eso que el próximo rival de los verdiblancos hizo un buen partido en la primera vuelta en Riazor, donde perdió 2-0 y dio muchos quebraderos de cabeza a los de Juan Copa. El Mataró estaba en su mejor momento de la temporada. A pesar de que empezó la temporada perdiendo en casa con el Voltregá (1-3),
posteriormente empató frente a Palafrugell (3-3) y Lloret (2-2). Tras visitar A Coruña, logró su única victoria en la presente campaña. Fue en la quinta jornada frente al Vendrell (4-2).
A partir de ese momento, el modesto equipo barcelonés encadenó doce partidos seguidos sin puntuar. Un lastre que será difícil contrarrestar de aquí al final de la Liga, con otra docena de compromisos por delante.
Algunas de las derrotas fueron bastante abultadas. Aparte del 10-2 contra el Reus o el 11-2 frente al Barcelona, Noia (5-1), Voltregá (6-1) o Palafrugell (4-9) también provocaron que, en estos momentos, el Mataró sea el equipo más goleado de la categoría, con 87 tantos encajados en 18 encuentros. O, lo que es lo mismo, a una media de casi cinco por partido.
En su último compromiso, el colista al menos pudo cortar esa mala racha de doce derrotas consecutivas, tras su empate en Lloret (2-2).
Ahora le toca enfrentarse a uno de los fuertes. Lo que tiene claro el Liceo es que no quiere fiarse de las estadísticas o de los resultados. La derrota frente al Taradell demostró a los hombres de Juan Copa que cualquier rival puede restarle puntos. Y la sufrida ante el Barcelona que se ha terminado el margen de error.
Los verdiblancos son conscientes de que mañana en Mataró saltarán a la cancha la mejor defensa y la peor de la Liga. Pero también que cualquier distracción o cualquier despiste puede cambiar la dinámica del partido.