El Celta sigue empeñado en complicarse la vida aunque con el empate de ayer salió del descenso, zona en la que llevaba ocho jornadas Afrontaba el choque sin el sancionado mexicano Néstor Araujo su primera “final” por la permanencia ante el Osasuna de Chimy Ávila, equipo de la en zona templada que hasta el momento ha ‘hecho los deberes’.
El cuadro olívico, además, ha perdido el equilibrio en los últimos partidos y el asunto no ha cambiado muhco con la llegada de Óscar García Junyent, lo que aumenta cada vez más las dudas sobre un bloque construido para luchar por Europa que transita por la parte peligrosa de la clasificación.
Toma y daca
Los dos equipos fueron valientes y no midieron sus fuerzas, se entregaron a fondo buscando el tanto. El Celta intentó llevar el peso del partido con las llegadas de Santi Mina y el Osasuna contestó con opciones de Chimy Ávila. A pesar de que los rojillos plantaron cara en la primera mitad fueron los gallegos los que llegaron más y mejor a la meta navarra. Tres disparos entre los tres palos y cinco por fuera, por tres desviados de Osasuna, fueron el bagaje de la primera parte pero, aunque la balanza estaba inclinada a favor de los locales, el empate no se movió en el marcador y se llegó al descanso con empate sin goles en el electrónico de Balaídos.
Salió el Celta dispuesto a marcar en la segunda parte y dispuso de un par de ocasiones a balón parado, pero carentes de fortuna. Ni kl siempre hábil Iago Aspas conseguía sacar ventaja de sus lanzamientos de falta.
El premio llegó en el minuto 75 cuando Santi Mina se llevó al portero osasunista en su salida batiendo a los pamplonicas a puerta vacía. Poco duró la alegría porque en el 83 Chimy Ávila empataba el partido con un certero cabezazo que deja a los gallegos fuera de la zona de quema ‘por los pelos’.