El entrenador de la Unión Deportiva Logroñés (UDL), Sergio Rodríguez, declaró ayer, tras renovar por un año más, que la próxima temporada en Segunda División será “muy difícil y muy larga, donde habrá momentos buenos y otros en los que se sufrirá”.

La Segunda División, a la que se incorporá la UDL la próxima temporada, es una categoría, ha añadido, “muy complicada, en la que las diferencias entre los equipos situados arriba en la clasificación y los de abajo prácticamente no existen” y donde “los clubes tienen presupuestos muy potentes”.

Mucha igualdad

“Los equipos que se jugaban el play off de ascenso a Primera División y los que estaban peleando por no descender a Segunda División B tenían una diferencia de cuatro, cinco o seis puntos cuando quedaban dos o tres jornadas para terminar la temporada”, recalcó.

Para él, “la Segunda División se ha convertido en una Primera División B, con equipos históricos, con potencial económico y social, aunque poco a poco se irá ahondando más en la categoría”, de la que el cuerpo técnico del equipo de la capital riojana ha hecho un alto seguimiento porque se podía acceder a ella, como ocurrió el pasado día 18, tras vencer al CD Castellón.  “El equipo técnico de la UDL ha visto más partidos de Segunda División que de Primera”, reconoció el entrenador, quien ha señalado que el hecho de no haber experimentado jugar en esta categoría les hace partir con desventaja, pero “se intentará hacer un trabajo fuerte para que eso no se note”. Por otra parte, Rodríguez afirmó que le gustaría estar lo más arriba posible en la clasificación, pero advirtió de que “hay que ir paso a paso y trabajar diariamente, ya que cada momento es para lo que hay que hacer”.

“El objetivo más próximo es cerrar la renovación del cuerpo técnico y hacer el mejor equipo posible”, zanjó.