Sensaciones agridulces
lll
17º-23º

Sensaciones agridulces

Sensaciones agridulces
14 mayo 2018 Baloncesto Leb Oro Basquet Coruña - Basquet Manresa: 80-85

Usuario

Difícil poner nota a la extraña temporada de un Basquet Coruña que, a pesar de una notable irregularidad durante la Fase Regular, rozó la clasificación para las semifinales de playoffs, pese a haber jugado contra el Manresa con el factor cancha en contra.
Después de cuatro temporadas bajo la batuta de Tito Díaz, en las que la ‘marea naranja’ destacó tanto por los buenos resultados como por el juego alegre y vistoso, el aficionado herculino se topó con un BC diametralmente opuesto. Primero, distinto por nombres: solo cuatro jugadores del curso precedente, Ángel Hernández, Sergio Olmos, Larry Abia y Pablo Ferreiro, a quienes se unió Zach Monaghan en la séptima jornada; después, distinto por filosofía: de la exhuberancia anotadora a la preponderancia de la defensa y el perímetro. 
Solo en uno de los 9 primeros partidos los pupilos de Gustavo Aranzana alcanzaron los 80 puntos. Y lo ganaron, en Ourense (84-87). Un tramo inicial saldado con un balance (3-6) tan desalentador como la sensación de equipo que no sabía muy bien a qué jugaba. Demasiados triples intentados en demasiados partidos y dos pívot importantea en la LEB Oro como Olmos y Edu Hernández-Sonseca (mal físicamente en este tramo al no estar recuperado por completo de una operación de cadera) recogiendo las migajas del juego exterior.

Nuevos aires
El panorama empezó a mejorar con la llegada de un Monaghan que dejó motu proprio la Liga belga. El Basquet Coruña ganó en alegría, en movilidad, en anotación y en alimentación a los interiores, a pesar de que el comienzo de curso de Jorge Sanz fue espectacular, moviéndose durante semanas en el top-3 de los más valorados de la competición.
La recuperación empezó en Riazor ante el Palencia (96-78, primer partido por encima de 89 puntos), donde arrancó una tacada de cuatro éxitos encadenados: Manresa (75-81), Barcelona B (89-79) y Palma (90-97). Pero la inesperada derrota en casa ante el Huesca (70-76) resucitó  al bloque dubitativo de los inicios de curso. 
Tras unas jornadas de ‘normalidad’, la milagrosa victoria ante el Ourense (77-75, tras remontar 9 tantos en los tres minutos finales gracias a un Monaghan desatado) devolvió al BC a saldo positivo (11-10). La dura derrota en Valladolid (94-84) y la más lógica ante el Prat (65-81) dieron paso a otro periodo feliz: triunfos en Lleida (72-78), frente al Cáceres (79-75), en Melilla (58-85) y contra el Castelló (64-52) que prácticamente sellaba el billete para playoffs y permitía incluso soñar con la quinta plaza, la última que otorga ventaja de campo en cuartos de final.

Desconcertante
Esa posibilidad se esfumó con un desconcertante tramo final, cayendo en casa frente al Palma (colista en ese momento), en Huesca (penúltimo en ese momento) y en la jornada final en la pista de un Clavijo que llegó a ella como farolillo rojo. Resultados que arrojaron al cuadro herculino a la jaula del Manresa, uno de los favoritos a un ascenso que el Breogán logró de manera directa.
Inmediatamente después de esa jornada final, el equipo del Bagés anunció la (extraña) destitución del técnico Aleix Durán, sustituido por el ourensano Diego Ocampo... despedido en febrero de un Joventut que marchaba penúltimo en la ACB con tan solo 4 triunfos en 19 jornadas. 

La tecla
El asunto pintaba muy complicado. Sin embargo, Aranzana dio con la tecla. En el primer duelo el Coruña plantó cara al Manresa (70-59) y en el segundo, también en suelo catalán, aprobó las asignaturas pendientes del inicial para anotárselo por 74-80. La victoria ajustada en el tercero (75-72) dio paso al primer match-ball y al... maleficio: derrota por 80-85. La cuarta vez que le ocurría en un cuarto envite en casa con ‘match-ball’ a favor. En la 12/13 fue frente al Andorra, en la 16/17 contra el Palencia (ambas en cuartos de final) y en la 15/16 en semifinales ante el Melilla.
Y como en esas eliminatorias precedentes, la moneda cayó del lado malo en el quinto (71-68). Los pupilos de Aranzana acariciaron la clasificación, pero en el tramo final los errores propios, los arbitrales –los grandes mandan– y una pizca de mala suerte los mandaron de vacaciones. 
Una semana después, cambio en la dirección del club. Roberto Cibeira –consejero delegado de una empresa que forma parte de la sociedad patrimonial de Amancio Ortega– es el nuevo presidente, con el anterior, Juan Carlos Fernández, como mano derecha. 
A día de hoy, Cibeira no ha dicho ni mu sobre el próximo proyecto y objetivos. La Asamblea está anunciada para principios del próximo mes.

Sensaciones agridulces

Te puede interesar