Antoine Griezmann fue presentado ayer por el FC Barcelona. El delantero analizó su fichaje después de haber elegido hace un año quedarse en el Atlético de Madrid, continuidad que había anunciado a través del documental ‘La decisión’, que fue criticado por el barcelonismo.

“He hecho algunas cosas mal en mi pasado y nunca me he arrepentido porque es algo que quería hacer en el momento. No he jugado con las dos partes. Lo más importante es que ahora estamos juntos. Si hay que pedir perdón para algunos será en el campo”.

El francés se refirió a su salida del conjunto rojiblanco. “Siempre es difícil dejar una casa donde te sentías cómodo con familia y amigos. Era difícil. Solo tengo admiración y respeto por el club. Lo he dado todo”, aseguró.

 Ahora se le presenta “un nuevo reto”. “Quiero intentar superarme, no estar en la zona de confort, buscar mi sitio en un gran club y tratar de ganar los tres títulos”, añadió.

También le preguntaron a Griezmann si cuando estaba en la Real Sociedad se podía imaginar acabar jugando en el Barça “No, nunca. Primero no soy alguien que mire muy lejos. Soy alguien que disfruta del momento. Eran jugadores que solía ver por la tele, soñaba con poder jugar con jugadores de ese talento”, indicó.

En el Barcelona llevará el 17 porque el 7 es de Coutinho (por ahora). ”Hemos ido mirando y con la familia por votación ha salido el 17 porque el 7 ya lo tenía otro jugador”, dijo.

También le cuestionaron sobre si Messi y Suárez se pudieron sentir molestos la temporada pasada al haberse mojado por él. “Puede ser, pero creo que con las asistencias que les pueda dar lo podemos arreglar todo”, bromeó.

“Lo me hace más feliz es poder compartir mate con él. Estoy contento, para mí es el número uno. Un ejemplo en la NBA es Lebron y en el fútbol es él. Será una leyenda para mis hijos y los hijos de mis hijos”, señaló sobre el argentino. 

A su lado, el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, aseguró que el Atlético de Madrid no tiene pruebas de que el Barcelona pactara con  Griezmann su nuevo contrato antes del 1 de julio, momento en el que la cláusula de rescisión del francés bajaba de los 200 a los 120 millones.

“He hablado con ellos y no creo que exista ninguna prueba. Entiendo que el Atlético defienda sus intereses”, zanjó.