El Nápoles se impuso por 2-1 al Chievo Verona, al remontar gracias a dos goles marcados en los minutos 89 y 93, lo que le permitió mantener vivo su sueño de pelear hasta el final contra el Juventus por el título en la Serie A italiana (Primera División).
Hasta el minuto 88 del duelo del estadio San Paolo, todo parecía encaminado para que el líder Juventus se escapara a más de siete puntos en la tabla sobre el Nápoles, pero allí aparecieron el polaco Arkadiusz Milik y el guineano Amadou Diawara para dar un triunfo épico a su equipo.
El Nápoles encaraba el duelo con el Chievo sin margen de error después del triunfo 4-2 del Juventus ante el Benevento con triplete del argentino Paulo Dybala, pero le costó tomar el mando ante unos veroneses muy organizados a nivel defensivo. Tras el 0-0 de la primera mitad, el Nápoles se volcó al ataque y consiguió una pena máxima en el 50, pero el meta Stefano Sorrentino le negó a Mertens la alegría del gol al detener su tercer penalti del año.
Los napolitanos apretaron con fuerza, pero les faltó acierto y hasta terminaron siendo castigados por el Chievo, que aprovechó un fallo defensivo del senegalés Kalidou Koulibaly para adelantarse en el 73.
En el 89 Milik aprovechó un centro de Insigne para subir el 1-1 y, en el último minuto del tiempo añadido, apareció Diawara, que recogió un rebote en el área y ajustó el balón al segundo poste con un derechazo curvado. Fue el gol que desató la euforia de la hinchada del San Paolo y que colocó al Nápoles a cuatro puntos de distancia del líder Juventus.