Siete futbolistas de la plantilla del Celta de Vigo finalizan su vinculación con el club gallego el próximo 30 de junio, por lo que ambas partes tendrían que renegociar su contrato en caso de que LaLiga se tenga que alargar más allá de esa fecha a causa de la pandemia por coronavirus.

El portero Sergio Álvarez amplió contrato con el Celta en enero de 2018 hasta el 30 junio 2020, aunque la entidad que preside Carlos Mouriño incluyó una cláusula por la que al finalizar el curso 2018-19 podría romper dicha vinculación, la cual no acabaría ejecutando.

Otro de los futbolistas afectados es el lateral uruguayo Lucas Olaza, que juega a préstamo por Boca Júniors desde enero del pasado año. El Celta, no obstante, incluyó una opción de compra sobre los derechos federativos de un futbolista que es indiscutible para Óscar García Junyent. Los tres refuerzos invernales -el defensa Jeison Murillo (Sampdoria), el centrocampista Filip Bradaric (Cagliari) y el delantero Fédor Smolov (Lokomotiv de Moscú)- también tendrían que regresar a sus clubes pasada esa fecha, al igual que Pape Cheikh (Olympique Lyon) y Rafinha (Barcelona).

Problemas del parón
Asimismo, Juan José García Cota, médico del Celta de Vigo y de la Selección española de fútbol, advirtió ayer del “riesgo de lesiones” en los futbolistas en caso de que no se realice una mini-pretemporada antes de retomar la competición tras el parón obligado por el coronavirus.
“Si este parón se alarga, y ya lo está haciendo, sí va a ser necesario hacer una aclimatación y readaptación nueva para la actividad. Si no se realiza esa mini pretemporada, y dependiendo del tiempo que se esté parado, el riesgo de lesiones va a aumentar mucho”, señaló convencido el médico del Celta en una reciente entrevista difundida por el club olívico.