El escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, famoso por el cuento de «El Principito», dijo que lo esencial es invisible a los ojos; sin duda, una frase que ha quedado para la posteridad y que invita a reflexionar. Así que, como todo en la vida, lo más importante no está a la vista, no se encuentra depositado en una cuenta bancaria, mucho menos puede tocarse o acumularse. Y ya sea que tú le llames bonanza, felicidad o bendición de Dios, es lo que todos buscamos; algunos con símbolos de la buena suerte, otros con actos caritativos con el prójimo o elevando plegarias para que el universo juegue a su favor.
Preocuparte por las finanzas, la salud de un ser querido o por tu futuro es normal y, si eres sabio, estarás consciente de que la felicidad no es un estado permanente, sino transitorio. Es una cuestión de actitud, no en vano dicen que eres lo que atraes. Puede que no te sea posible garantizar que cada segundo de tu vida será dichoso, porque el mundo no es un escenario de cuento de hadas, pero tienes la capacidad para decidir cómo enfrentarás los momentos de prueba, si te van a fortalecer o permitirás que te derroten. ¿Quieres atraer la buena suerte? En este post compartimos contigo algunos consejos útiles.
- Amplía tus oportunidades. Tiene mucho sentido y, según la ciencia, es una de las maneras más efectivas para que te sucedan cosas buenas. Si te encierras en tu casa, no te quitas el pijama y comes mal, lo más seguro es que te pierdas de muchas oportunidades que cambiarán tu vida para mejor. ¡No le temas al mundo! Las personas afortunadas actúan sobre las ocasiones que se les presentan y saben discernir cuándo es el momento oportuno para ir a por ello.
Puedes empezar poco a poco, si te sientes inseguro. Elabora una lista de proyectos o metas que desees fijarte, piensa en ese negocio que siempre has querido emprender o en el viaje que has postergado por temor a dejar en el aire tus responsabilidades en la ciudad en la que vives. Si pasas más tiempo viviendo a tope, en lugar de esconderte, te estarás abriendo a nuevas experiencias que podrían desempeñar un rol importante en tu porvenir.
- Presta atención a tu sexto sentido. Vale, que esto no tiene nada que ver con fantasmas o asuntos paranormales, sino más bien con esas corazonadas que nos asaltan a todos de vez en cuando, que nos previenen acerca del modo de actuar frente a una situación. De hecho, un estudio indica que la gente afortunada se comporta o reacciona de acuerdo con sus intuiciones en muchas áreas de su vida; el 90% de la muestra encuestada afirmó que confiaba en su intuición, mientras que el 80% confirmó que sus corazonadas tuvieron un buen impacto en sus finanzas.
- Haz más con menos. La vida es así, muchas veces no se tiene suerte y hay que arroparse hasta donde llegue la cobija. El secreto no está en conformarse, no debes verlo como una actitud derrotista, sino en el modo en que te preparas para la lucha y haces frente a la adversidad. ¿Qué harás con el tiempo y las oportunidades que tienes, sean muchas o pocas? Procura ver el lado positivo y convéncete de que cualquier obstáculo del camino tiene un propósito que, a la larga, será mejor para ti. Si piensas de este modo, podrás tomar medidas más constructivas para evitar que la mala suerte vuelva a envolverte en el futuro y, en dado caso, prepararte para ello.
- Quiérete mucho. Como te comentamos en párrafos anteriores, la vida es cuestión de actitud. No es necesario que un galán o una mujer atractiva toque a tu puerta para comprarte la ropa que te gusta, el calzado de moda, ir al salón a arreglarte el cabello y maquillarte como las influencers. ¡Atrévete, consiéntete, come sano y sé innovador contigo mismo! La mejor compañía que tendrás a lo largo de tu vida eres tú mismo, así que aprende a amarte tal como eres y a darte lo mejor que puedas. Recuerda que eres el reflejo de cómo te sientes y, si estás en un momento de tu vida en el que tienes una relación amena contigo mismo, la fortuna te sonreirá.
- Ten fe. Puede que esto sea lo más difícil de lograr, pero es indispensable para que la bendición del Señor te acompañe. Nadie dijo que la vida sería sencilla y las Escrituras nos advierten sobre ello: «En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo» (Juan 16:33). No estás solo, pues hay un Dios que te ama, sea que creas o no. Las cosas que te suceden, lo bueno y lo malo, ocurren porque Él lo permite para ayudarte a crecer y para que puedas recibir los momentos de bonanza con la madurez necesaria. ¡La magia ocurre cuando piensas que las cosas saldrán bien y perseveras, aunque no tengas pruebas de que así será! Ten presente que la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve.
Ahora que ya sabes cómo atraer lo mejor del universo a tu vida, no te desanimes y pon en práctica estos consejos. Quiérete y ten confianza. ¡La suerte estará de tu parte!
