Marcos Gómez, uno de los futbolistas más determinantes del Silva en las últimas temporadas, volvió a ser decisivo en el partido del pasado domingo. El mediapunta logró el gol de la victoria a domicilio ante el Arenteiro (0-1) en un partido que estuvo condicionado por el mal estado del césped de Espiñedo.
La victoria del Silva rompió una racha de 50 días sin sumar de tres en tres. El equipo coruñés encadenó cuatro derrotas y un empate hasta vencer al Arenteiro el pasado domingo. De esta forma, Marcos Gómez, uno de los capitanes del Silva, no esconde el peso de encima que se quitaron todos los jugadores.
“Necesitábamos una victoria sí o sí. Y la conseguimos”, aseguró el futbolista zurdo, que hizo hincapié en la gran primera mitad que protagonizó su equipo a pesar de las condiciones del césped: “Fue un partido en un campo impracticable que cada minuto que pasaba se hacía más pesado y favorecía errores en ambos equipos. Realizamos una primera parte muy buena en la que merecimos irnos al descanso con una ventaja mayor; y al volver del descanso pudimos sentenciar con el penalti que desperdiciamos”.
No obstante, Marcos Gómez también destacó la capacidad de sufrimiento del Silva en los compases finales. “A partir de ahí, el partido se volvió de ida y vuelta con ocasiones para los dos equipos y no supimos cerrarlo con varias muy claras de las que dispusimos. Afortunadamente nos llevamos los tres puntos y dentro de nada tenemos una nueva oportunidad de sumar otros tres”, comentó Marcos, en referencia al partido que jugará mañana a domicilio ante el Noia, que fue aplazado en su día debido a la borrasca Félix.
Por último, Marcos Gómez afirmó que un triunfo “nos metería de nuevo arriba para así seguir luchando por engancharnos los últimos partidos y no dejarnos ir”. l