Marc Márquez cumplió con lo que dijo tras ganar en Tailandia, que para él no había acabado el Mundial pese a la consecución del título, y se adjudicó una clara victoria, la décima de la temporada, en el Gran Premio de Japón de MotoGP, que se disputó en el circuito de Motegi.
Marc no dejó lugar a la duda y se conquistó con autoridad su 80ª victoria mundialista, de las cuales 54 son en la categoría reina, un dígito con el que iguala en la tercera posición al australiano Mick Doohan.
A Doohan ya lo superó en número de títulos mundiales con la consecución del sexto, además de darle a Honda matemáticamente el título de fabricantes, algo que los responsables del gigante nipón tienen en muy alta estima y no dudaron en celebrar en Motegi.
Y, para conseguir todos esos números el piloto ilerdense ganó como le gusta, con autoridad, pues se vio fuerte ya en los entrenamientos matinales de la jornada dominical y decidió arriesgar desde el mismo momento en que se apagó el semáforo.
Ritmo superior
Quizás por eso, cuando le superó Fabio Quartararo en la primera vuelta, decidió devolverle el golpe de manera contundente y, desde ese momento, cambió el ritmo y comenzó a poner tierra de por medio incluso con quien demostró ser el único que podía aguantar su ritmo. El francés lo intentó pero Márquez fue mucho Márquez en Motegi.
Completó el podio Andrea Dovizioso, mientras que su compatriota Valentino Rossi, que no estuvo demasiado acertado en entrenamientos, en carrera tampoco pudo hacer mucho hasta que se cayó, en el vigésimoprimer giro, cuando no estaba en el top-10.
Alex Márquez no estuvo en ningún momento en disposición de ampliar su ventaja de 40 puntos en la provisional del mundial de Moto2, carrera que acabó en sexta posición después de protagonizar varios sustos, importantes, al principio de la prueba, pero al menos conserva 36 puntos sobre su perseguidor, que ahora es Thomas Luthi), tras fallar Augusto Fernández, que no pasó del octavo puesto.
Ganó por segunda carerra consecutiva Luca Marini, por delante de Luthi y de Jorge Martín, quien en una carrera en constante progresión acabó obteniendo su primer podio en la categoría intermedia.
El pequeño de los hermanos Márquez podría proclamarse campeón en el Gran Premio de Australia, que se disputará el próximo fin de semana en el circuito de Phillip Island. El de Cervera lo conseguirá, entre otras muchas combinaciones, si gana y Luthi no pasa de la décima puesto.
Adiós al título
Mucho peor, prácticamente imposible, se le ha puesto a Arón Canet en la cilindrada pequeña, pues una caída cuando estaba en el grupo de cabeza dejó el camino expedito a su rival por el título, Lorenzo dalla Porta, que aprovechó la oportunidad para ganar por delante de Albert Arenas y del italiano Celestino Vietti.
Sergio García, quinto; Jaume Masiá, séptimo, y Marcos Ramírez, octavo, fueron los otros pilotos españoles que finalizaron en el top-10 de la carrera nipona.
El piloto italiano cuenta ahora con 47 puntos de ventaja respecto al valenciano en la general del Mundial, con lo tiene en su mano sentenciar el certamen en Australia, donde le bastará con conseguir cuatro puntos que Canet.