El centro del campo del Deportivo destaca por su sacrificio a la vez que intenta mantener su capacidad para crear juego.
Álex Bergantiños, Vicente Gómez y Pedro Mosquera son los tres jugadores que han protagonizado más entradas con éxito en lo que va de temporada, solo superados por el lateral David Simón. Únicamente otro jugador de banda, Saúl García, se cuela por delante de Didier Moreno y Edu Expósito en esa misma faceta.
El apartado de recuperaciones también está liderado por un jugador de la parcela ancha, Álex Bergantiños, que se acerca a las cien después de 18 jornadas disputadas. Le siguen, a distancia, David Simón con 78, Edu Expósito con 68, Duarte con 65 y Vicente con 63.
A la hora de combinar, el efecto acordeón que está teniendo el Deportivo el algunos partidos, especialmente con el marcador a favor, limita la participación del centro del campo. Ante el Zaragoza, un ejemplo. El equipo, con el balón en su poder, combinó mucho en horizontal en defensa y por momentos abusó del balón en largo para intentar encontrar fisuras en el conjunto maño. Riazor, con murmullo y algunos silbidos, reprochó la horizontalidad, a la que, sobre todo Marí, intentó contrarrestar con pases filtrados desde posiciones defensivas para buscar al espacio a Quique y Borja Valle.
En la mayor parte de los equipos, el líder en pases es un centrocampista, pero en el caso del Deportivo, es un central: Domingos Duarte. Lleva 931 y es el tercero de Segunda División que más veces hace circular el balón hacia sus compañeros.
Milla, centrocampista del Tenerife, y Morillas, lateral izquierdo del Rayo Majadahonda, son los líderes de esa clasificación con 969 y 955 pases, respectivamente. El jugador del CD Lugo Fernando Seoane, que suele estar en las posiciones altas en pases, tiene 930, uno menos que Duarte.
En el Deportivo, el segundo que más pases da es Álex Bergantiños, que lleva 788. Es el decimoséptimo en Segunda División. Con todo, las rotaciones de Natxo González en esas posiciones del mediocentro condicionan la estadística. Vicente Gómez, con 670, es el quinto del Depor (tras Marí y Simón) y el cuadragésimo séptimo en la general de la categoría.
Preguntado por si está bajando más a recibir ahora, el canario sostiene que lo lleva “haciendo toda la liga porque fue lo primero” que le dijo Natxo. “Son simplemente mecanismos que tenemos de salida de balón diferentes que vamos alternando, según la forma que tienen los equipos de venir a apretarnos, de si salen con dos, con tres o salen hombre a hombre. Natxo me pide eso, que es quizá lo que mejor sé hacer, que es control de balón y darle una salida aseada al equipo”.
En este sentido, el jugador canario es el que más duelos con éxito ha tenido en Segunda hasta ahora: 90. Simón (70), Carles Gil (48), Quique (48), Didier (47), Edu (45) y Álex (41), le siguen en la tabla.
Vicente sintoniza con el Depor y A Coruña: “Me encuentro muy cómodo. Desde el primer día que llegué, noté que es un club muy familiar y me llama también la atención que todo el mundo rema en la misma dirección, que es muy importante. Las críticas que puede haber se hacen de manera constructiva, y cualquier empleado sabe lo importante que es este objetivo, lo difícil que es. Me llama la atención el positivismo que hay alrededor del equipo y las ganas que hay de que las cosas salgan bien. Por ahí estoy muy contento y con la ciudad también. Es una ciudad muy manejable, la gente es muy acogedora, y me llama la atención que cuando me paran, me preguntan cómo estoy en la ciudad, cómo me encuentro, casi no me hablan del equipo sino de cuestiones personales, que yo creo que habla muy bien de la gente de Coruña”.
Más allá de los números, está la filosofía de juego. El Deportivo pretende llevar la iniciativa, tiene minutos de lucidez, como el primer cuarto de hora ante el Numancia, y otros en los que se atasca y se encoge en los partidos.
En esos momentos, pasa a depender de sus hombres de vanguardia, que marcan la diferencia en la categoría. Quique González, Carlos Fernández, Borja Valle o Christian Santos forman la delantera más completa de Segunda División.
El venezolano es, de todos, el que menos está encajando (y entrando) en los planes de Natxo. El juego del equipo, al espacio, no concuerda con el del ariete suramericano, que destaca más cuando llegan balones al área.