Concluyó la buena racha del Basquet Coruña. Los hombres de Gustavo Aranzana se enfrentaban a un rival que no se les suele dar nada bien, Palencia, y la historia volvió a repetirse. Tras cuatro triunfos seguidos, los naranjas volvieron a sentir el amargo sabor de la derrota. Una derrota motivada en parte por la escasa anotación de los jugadores coruñeses en los dos últimos cuartos, con trece y once puntos respectivamente.
El primer cuarto ya fue un aviso de lo que iba a suceder más tarde. Los anfitriones aznotaban con facilidad, hasta terminar el parcial con 24 puntos. Los de Aranzana sufrieron y se quedaron en catorce.
Pero en el segundo, sin duda el mejor en las filas visitantes, reaccionaron.
Ajustando la defensa y estando más acertados en ataque, los herculinos anotaron 25 puntos, dejando a su rival en 16. De esta manera, el resultado al descanso era de empate a 40 puntos.
Palencia, un equipo que defiende muy bien, se dispuso a ganar el partido desde la retaguardia. Los castellanos quisieron evitar la sangría del cuarto anterior y lo consiguieron. Bloquearon el ataque del Basquet Coruña, al que dejaron en trece puntos. Eso sí, Palencia no se prodigó demasiado en ataque, y entraba en los últimos diez minutos con solo cinco puntos de ventaja (58-53).
Pero los locales habían encontrado la fórmula para doblegar al Basquet Coruña y siguieron aplicándola. Con tanto éxito que dejaron a su rival con solo once puntos. Así, el encuentro terminó con 76-64 a favor del equipo palentino.
Ahora toca olvidar esta derrota, seguir luchando por el playoff (el margen sobre el décimo, Ourense, sigue siendo de tres victorias), y centrarse en la comparecencia del domingo en el Palacio de Riazor. El tercer clasificado, Manresa, será el segundo rival en esta semana con doble jornada.