La celebración de los Juegos Olímpicos de Tokio en julio del año 2021 no depende de que para entonces se disponga de una vacuna contra la Covid-19, aseguró el miembro del COI John Coates, presidente de la Comisión de Coordinación de esos Juegos.
“La recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que continuemos con los planes para esa fecha y es lo que estamos haciendo, y eso no depende de una vacuna”, afirmó el dirigente australiano.
“Una vacuna estaría bien. Pero seguiremos guiándonos por la OMS y por las autoridades sanitarias japonesas, porque en todo esto la salud y el bienestar de los deportistas y del resto de participantes en los Juegos es la prioridad número uno”, dijo en declaraciones a Australian Associated Press.
Coates responde así a las manifestaciones en la víspera del presidente de la Asociación Médica Japonesa, Yoshitake Yokokura, que dijo que su opinión personal es que “si no se ha desarrollado una vacuna efectiva será difícil celebrar los Juegos Olímpicos”.
“Es una opinión”, recordó el australiano.
Los Juegos de Tokio, que debían disputarse del 24 de julio al 9 de agosto de 2020, se aplazaron a 2021, del 23 de julio al 8 de agosto.
Los sobrecostes
Por otro lado, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), el alemán Thomas Bach, admitió que el organismo deberá asumir “varios cientos de millones de dólares” en sobrecostes por el aplazamiento de los Juegos, lo que le obligará a “revisar” los servicios que ofrecerá durante los mismos.
En una larga carta dirigida al Movimiento Olímpico, Bach repasa las consecuencias de la pandemia desde un punto de vista social, económico y político y cómo el deporte se verá afectado. También expresa que los deportes electrónicos están ante una nueva oportunidad gracias a la ‘distancia social’ y anima a las federaciones a darles un nuevo impulso.
Sobre el aplazamiento de los Juegos de Tokio, señala que su organización será “una tarea inmensa” que requerirá “sacrificios y compromisos”.
“Por nuestra parte, hemos dejado claro que el COI seguirá siendo responsable de su parte en la carga operativa sobre los costes de estos Juegos, en virtud de los términos del acuerdo existente para 2020 con nuestros socios y amigos japoneses. Aunque es demasiado pronto para dar una cifra exacta”, añade el presidente, “ya sabemos que tenemos que asumir varios cientos de millones de dólares de costes por el aplazamiento. Por eso también tenemos que examinar y revisar todos los servicios que ofrecemos”.
“Todos tendremos que ajustarnos a la nueva realidad. En este contexto, la administración de la COI está revisando su presupuesto y sus prioridades”, apunta.
Bach plantea tres posibles escenarios pos-coronavirus: una sociedad que intente funcionar como antes de la crisis, con sus mismas desigualdades; un mundo en el que cada país ponga por delante sus propios intereses; y un escenario “de solidaridad y cooperación internacional”.
Unidos
“Al estar unidos por nuestros valores olímpicos de paz, solidaridad, respeto y unidad en nuestra diversidad, podemos hacer una importante contribución a este mundo pos-coronavirus. Podemos hacerlo desde una base sólida”, afirma.
El exesgrimista alemán señala que en el futuro “la salud pública jugará un papel mucho más importante” y recuerda que “el deporte y la actividad física son tal vez la herramienta más económica para una sociedad sana”.
“Debemos pedir encarecidamente a los gobiernos que aprecien la inmensa contribución del deporte a la salud pública, su importancia para la inclusión, la vida social y la cultura, y su importante papel para sus economías nacionales”, dice Bach.
“No somos parte del problema. Podemos ser parte de la solución. Para lograrlo, los gobiernos deben incluir el deporte en sus programas de apoyo económico”, subraya.
Pero advierte de que el movimiento deportivo, por su parte, debe buscar la forma de ahorrar costes organizativos y de “examinar más de cerca la proliferación de eventos deportivos”.
El líder del COI apunta a la importancia creciente de los deportes electrónicos.
“Debemos considerar lo que el distanciamiento social puede significar para nuestras relaciones con los deportes electrónicos. Al tiempo que mantenemos nuestros principios respetando la ‘línea roja’ con respecto a los valores olímpicos, alentamos a todas las partes interesadas a que, con mayor urgencia aún, ‘estudien la forma de gobernar las formas electrónicas y virtuales de su deporte y exploren las oportunidades con los editores de juegos’”, dice citando uno de los puntos de la declaración de la octava Cumbre Olímpica en 2019.