Pocos confiaban en la permanencia del Lugo este temporada y la anterior, menos aún con las apuestas arriesgadas de su presidente, Tino Saqués, con cambios de técnicos a última hora, pero la receta que ha aplicado le ha dado resultado y ha permitido que el equipo afronte el próximo curso su noveno curso consecutivo en el fútbol profesional.

Los revulsivos finales han tenido éxito y si el curso anterior fue Eloy Jiménez el que logró rescatar al Lugo del precipicio, en el curso actual esa misión correspondió a Juanfran García, que ha cerrado el curso como invicto, con 14 puntos de 18 posibles.

Juanfran, que ha expresado su deseo de seguir en el Lugo, fue el tercer entrenador de una temporada que comenzó Jiménez hasta la conclusión de la primera vuelta, en el parón de Navidad.

Entonces, el Lugo era decimoctavo, a un punto de las posiciones de descenso a Segunda B y Saqués contrató a Curro Torres, que dirigió al equipo las siguientes quince jornadas.

El exjugador del Valencia cosechó cuatro victorias, cuatro empates y siete derrotas, la última ante el Sporting de Gijón cuando quedaban seis jornadas para el final.

El Lugo era antepenúltimo con 38 puntos, a tres del Numancia, y el presidente del Lugo apostó por un técnico inexperto como entrenador, pero con mucha experiencia como futbolista.

Fue otro exjugador del Valencia y de equipos como el Celta, el Zaragoza o el Levante, Juanfran, el que asumió su primer reto como entrenador en el fútbol profesional. En ese momento, se veía como una apuesta muy arriesgada, pero el propio preparador rojiblanco, que apenas dispuso de unas horas para ensayar su primer partido, dio con la clave: en su fichaje había primado su capacidad para gestionar el vestuario, su experiencia en situaciones de descenso como jugador, más que su rol como entrenador.

Juanfran comenzó su etapa con un triunfo clave ante el Numancia, un rival directo en la lucha por la permanencia, empató en Alcorcón, ganó a la Ponferradina, igualó con el Girona en casa, se impuso en el campo del Tenerife, donde logró el gol de la victoria a última hora y con diez tras sufrir una expulsión, y acabó la temporada con otro triunfo (y remontada) ante el Mirandés.

Ese esprín final con 14 puntos de 18 posibles, le dio la salvación en la categoría de plata y, a la espera de lo que suceda con el partido pendiente entre el Deportivo y el Fuenlabrada, el Lugo despidió el curso como el mejor equipo en los seis partidos con Juanfran como entrenador. l