Ante la mirada de medio centenar de aficionados, que lo recibieron con vítores y aplausos, el de Castrofeito hizo trabajar a sus pupilos casi dos horas.
Con Manuel Pombo al mando en el calentamiento, los jugadores deportivistas realizaron rondos, ejercicios físicos, transiciones con remates a gol, diversos ensayos de alta intensidad en espacios reducidos e incluso un mini partidillo once contra once en el que mezcló a titulares con suplentes.
Todo ello en una jornada sin Borja Valle, aquejado de un golpe en su nariz, así como con Gaku y David Simon al margen sobre el césped.