El Real Madrid estrena 2021 con obligaciones, con la necesidad de ganar a un Celta de Vigo lanzado para evitar que el Atlético de Madrid tome una ventaja insalvable en el liderato, después de un cierre de año inesperado que puso fin, con el empate en Elche, a su racha de seis victorias consecutivas.
El mal que sufre esta Liga el equipo de Zinedine Zidane ante equipos de menor entidad reapareció en el estadio Martínez Valero. El sexto traspié en Liga en 16 jornadas, tres empates y tres derrotas, llegó en cuanto el Real Madrid levantó el pie del acelerador al sentirse superior y con ventaja en el marcador.
Tropiezo final
Los dos puntos cedidos en el cierre del 2020 le dejan por debajo del Atlético de Madrid, en dos puntos de desventaja que pueden ser ocho si los de Diego Simeone vencen los dos partidos que tienen por jugar. La distancia pasaría a ser relevante por lo que nada que no sea ganar al mejor Celta del curso, pasa por la cabeza de los jugadores de Zidane.
Llega el momento de que Eden Hazard de un paso al frente. El 2021 debe ser su año enterradas las continuas lesiones. El madridismo así lo espera, con el deseo de que vuelva a ser el jugador decisivo que fichó el Real Madrid. Se espera que Zidane le conceda al fin la titularidad tras reaparecer los últimos minutos ante el Elche. Ramos, con una indisposición estomacal ayer, podría ser baja y ocupar su posición Nacho Fernández o Militao.
El Celta visita Valdebebas en su mejor momento de la temporada después de firmar un histórico mes de diciembre con cinco triunfos y un empate entre Liga y Copa, liderado por un estelar Iago Aspas, y con el internacional peruano Renato Tapia convertido en una de las sensaciones de LaLiga.
Aspas, de dulce
La productividad de Aspas ha ido en aumento con la llegada de Eduardo Coudet, y el internacional español cerró el 2020 como máximo goleador -nueve tantos en 16 partidos- y mejor asistente -seis pases de gol- del campeonato. Pero este Celta tiene otros muchos pilares, y en nada se parece al de Óscar García Junyent. Rubén Blanco ha echado el cerrojo a su portería, con sólo tres goles encajados en los últimos seis partidos ligueros y actuaciones decisivas como la del último duelo ante el Huesca.
El centrocampista Denis Suárez ha recuperado su mejor versión alejado de la banda, siendo el constructor del juego ofensivo en la medular, donde se siente respaldado por el pulmón de Tapia, que aporta equilibrio a un equipo que ha mejorado notablemente sus prestaciones defensivas con el técnico argentino.
Nolito parece estar viviendo una segunda juventud, mientras que Brais Méndez y Santi Mina han respondido a la confianza de Coudet multiplicando su trabajo, pese a que el delantero, que regresó a la titularidad el pasado miércoles tras superar su lesión en el hombro, sigue peleado con el gol.
Once afianzado
Todos ellos son indiscutibles en un once que se recita de memoria, después de que el mexicano Néstor Araujo se haya afianzado como pareja de Jeison Murillo en el centro del eje defensivo, a la espera de saber si el recién fichado Aarón Martín (Mainz 05) es capaz de discutirle la titularidad al uruguayo Lucas Olaza en el lateral izquierdo.