El Vissel Kobe, capitaneado por Andrés Iniesta, logró ayer su primer título en la historia del club al derrotar por 2-1 al Kashima Antlers en la final de la Copa del Emperador, que marcó la despedida de los estadios del jugador español David Villa.
El duelo se disputó en el nuevo estadio olímpico de Tokio, la principal sede de los Juegos Olímpicos de este año, que se estrenó precisamente con este partido, semanas después de que terminaran las obras.
El Kashima, favorito, no estuvo a la altura de su historial, frente a un Vissel Kobe pujante, con el juego organizado por Iniesta que permitió al equipo de Kobe lograr una victoria inesperada.
“Es un día muy especial, el primer título de la historia (para el Vissel Kobe)”, dijo Iniesta.
“He ganado muchos títulos, pero este me hace muchísima ilusión”, agregó.
El encuentro, en una tarde fría del comienzo del año, fue de dominio disputado entre los dos equipos, aunque el Vissel Kobe tuvo más suerte.
El primer gol llegó en el minuto 18 y fue fruto de un fallo de la defensa del Kashima y quedó anotado como autogol de Tomoya Inukai en una jugada cerca del área pequeña.
El segundo llegó cerca del descanso, en el minuto 38, gracias al delantero Noriaki Fujimoto y un tremendo fallo del guardameta del Kashima.
Iniesta, que se resintió en varias ocasiones de varias jugadas duras de los rivales, fue reemplazado cerca del final, en el minuto 88, cuando la suerte estaba ya echada.
Y ya en el tiempo de descuento, Villa, que arrastraba molestias físicas desde hace varias semanas, jugó los dos últimos dos minutos del partido para despedirse del Vissel Kobe y del fútbol profesional, porque ayer colgó sus botas.
Villa, de 38 años, declaró a Efe sentirse feliz por haber podido terminar su carrera “de esta forma tan bonita, ganando un título”.