La plantilla blanquiazul se sometió ayer a un entrenamiento indoor en el gimnasio ubicado en el campo 7 de Abegondo para realizar un circuito físico dirigido por el preparador físico Marcos Marcén.

Una sesión exigente pero que a la vez resultó distendida para los jugadores, a los que se pudo ver disfrutando y tratando de limpiar las cabezas de cara a lograr la victoria este domingo a las doce ante el Elche en Riazor.

Sumando días
En el entrenamiento volvió a participar con total normalidad Michele Somma. El central transalpino, que ya había comenzando a ejercitarse con el grupo a finales de la semana pasada, sigue sumando sesiones a sus piernas, en la búsqueda de poder estar a disposición de Luis César de cara al choque ante el cuadro ilicitano. Con ese objetivo realizó, además del citado circuito, trabajo extra.

Aquejado de un esguince en su rodilla derecha, su regreso sería una muy buena noticia para el cuadro blanquiazul al sumar un efectivo más a la zaga herculina.

A parte de David Simón, que sigue arrastrando problemas en el pubis de los que será operado próximamente, también estuvo al margen Luis Ruiz. El lateral izquierdo, con una lesión de grado I en el aductor de su pierna derecha, continúa con su trabajo de recuperación, por lo que presumiblemente una semanas más el técnico arousano solo tendrá disponible a Salva Ruiz en esa demarcación.

Los metas, en el verde
Únicamente solo se entrenaron en el campo los guardametas Koke, Boian y el juvenil Alberto, bajo la supervisión del preparador de porteros Yván Castillo.

Al igual que había sucedido la semana pasada, el mal tiempo, con intensa lluvia y viento, dificultaban el trabajo en los campos de Abegondo, por lo que el Deportivo repitió plan y optó por un trabajo de fuerza y más técnico en el gimnasio.