El Real Madrid visita el Sinan Erdem Dome de Estambul para medirse a un Efes, vigente subcampeón de la Euroliga, con el que mantiene una rivalidad teñida de blanco hasta el presente con un balance de 22-6 en este siglo.
El Madrid ha vencido al equipo turco en sus últimos siete enfrentamientos y en diez de los últimos once, pero estos datos no deben ocultar la dificultad del choque. Pudiera parecer que el equipo de Pablo Laso le tiene tomada la medida al de Ergin Ataman, pero nada más lejos de la realidad y, salvo alguna excepción, todos los partidos se han resuelto, por pocos puntos.
Los dos equipos llegan a la cita con idéntico balance (2-1), aunque con distintas sensaciones, toda vez que los turcos lo hacen tras dos victorias ante el Alba Berlín (106-105) y en Valencia (78-83), y el Madrid tras perder en ante el Zalgiris en Kaunas (86-73).
El equipo otomano parece tener su talón de Aquiles en el lanzamiento triple: su bajo porcentaje (31.4%) está lastrando sus opciones de victoria. Por parte madridista, los problemas parecen radicar en el rebote defensivo, aspecto en el que fue el mejor la temporada pasada. Este año el Madrid captura seis menos de media que la temporada pasada.
Horas bajas en Belgrado
El Estrella Roja serbio, en horas bajas tras la dimisión de su entrenador, Milan Tomic, pondrá a prueba la condición de invicto del Barcelona, que intentará sumar la cuarta victoria consecutiva y mantenerse, así, en lo más alto de la clasificación.
El Estrella Roja suma solo dos victorias en seis partidos entre la Euroliga y la Liga Adriática. Ante el Barça, Andrija Gavrilovic, ayudante de Tomic, ocupará el banquillo.
Pese a ello, como líder de la Euroliga, el Barça no se fía y afronta un reto doble, no solo por las bajas de Víctor Claver y de los tres bases, Malcolm Delaney, Kevin Pangos y Thomas Heurtel, sino por la exigencia del escenario, ya que el equipo azulgrana ha perdido en sus dos últimas visitas a Belgrado.
Por último, el Valencia Basket visita al Maccabi Tel Aviv con las primeras urgencias, dudas y desconfianza por la mala racha de resultados y de juego del equipo en este torneo –es el único que no conoce la victoria– y en la Liga ACB.
El objetivo ‘taronja’ es estar entre los ocho primeros al final de la fase regular, la única manera que tiene para repetir participación la próxima campaña, es ahora aún más complicado que cuando arrancó la competición.