La permanencia en Primera División del Levante 2017-18 quedará para siempre identificada con su actual técnico, Paco López, que con una espectacular racha de seis victorias en ocho partidos resucitó un equipo moribundo al borde del descenso y lo hizo primero desde el corazón y, posteriormente, con un efectivo repertorio táctico que tuvo su clímax en las brillantes victorias contra el Athletic en Bilbao y frente al Sevilla en Valencia.
Paco López, nacido en Silla (Valencia) hace 50 años, se ha ganado a pulso ser la imagen más reconocida de la permanencia del Levante, ya que bajo su dirección el equipo ha sumado diecinueve puntos sobre veinticuatro posibles y ha certificado matemáticamente su objetivo con tres jornadas todavía por jugarse.
Porque en estos dos meses el Levante ha conseguido unos resultados a la altura del Barcelona, Betis o Real Madrid tras reanimar el técnico un vestuario que llevaba quince jornadas consecutivas sin ganar en LaLiga. “Me he centrado en lo emocional. Los jugadores tenían que recuperar la confianza y no esperar a que se la dieran los resultados”, explicó López públicamente para resumir su fórmula milagrosa.
La victoria lograda en Getafe (0-1), en el estreno de Paco López en el banquillo, provocó un cambio radical en el ánimo de la plantilla, que se quitó un gran peso de encima. El técnico había logrado en solo una semana convencer a los jugadores de que eran capaces de ganar y lo hizo con charlas colectivas e individuales en unas conversaciones que con Juan Ramón López Muñiz se habían olvidado o, en otros casos, no encontraban el objetivo buscado.
Sin cambios drásticos en la alineación y, eso sí, fiel a un sistema 1-4-4-2 apenas utilizado por su predecesor en el banquillo, la llegada de Paco López coincidió con la mejor versión de futbolistas como José Campaña, Rober Pier o Emmanuel Boateng y, posteriormente, Enis Bardhi o Sasa Lukic mostraron un rendimiento altísimo.